La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 125

Aún no puedo creer que lo que estoy viendo es real, no puede ser posible que Fernando se haya acostado con otra mujer a vísperas de nuestra boda y no se trata de cualquier mujer sino de Tamara.

—¡Fernando! —Grite su nombre para llamar su atención

—¿Qué haces aquí? ¡No te das cuenta de que nos interrumpe! —Ríe ella mientras deja un beso en los labios de él y esté se aleja.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? —Pregunta mientras abre los ojos y lleva sus manos a su cabeza

Me percaté de que miro a Tamara y luego me miro a mí, en su mirada solamente veo confusión.

Ella no deja de reír —¡No sé que haces allí parada como una estúpida, Belinda! ¡Te advertí que Fernando solamente me ama a mí!.

—Belinda no sé qué ocurrió, no me acuerdo de nada, pero te juró que no es lo que piensas.—Me asegura mientras se sienta en la cama

—Fer no mientas, ten valor, dile que me amas a mí y no quieres casarte con ella.

Reí fuerte —Es increíble el nivel de tu imaginación, Tamara.

Me acerqué a Fer quien se está abotonando la camisa y lo ayude a terminar.

—Date prisa mi amor —Me percaté de que él me mira de una forma muy extraña, pero simplemente se coloca los pantalones.

—¡Definitivamente, eres una estúpida! —Tamara no deja de gritarme — Estamos desnudos en un hotel es evidente lo que ocurrió, idiota.

—Casi caigo en tu trampa ,querida, pero ya no soy la misma ingenua de antes.

—Evidentemente, sigues siendo una estúpida, él te engañó conmigo y aun así…

—¡Ya deja tus mentiras, Tamara! ¡No sé que hiciste o me diste, pero estoy seguro de que no pasó nada entre nosotros!. —Él se centra en mí—Bell mi amor…

—No tienes que decir nada, yo te conozco a ti y a esta tipa, amor. —Me centré en ella—Estoy completamente segura que Fernando nunca me engañaría contigo porque una demente como tú solamente inspira lástima.

—¡Estúpida! —Ella intenta golpearme, pero el quién ya está vestido se interpone

—No la toques y si te vuelves a acercar a nosotros te acabaré, Tamara. —Es todo lo que dice antes de alejarnos.

Escuche como la demente de Tamara nos insultaba a los gritos y simplemente Reí por dentro.

Mientras conducía al departamento me percaté de que Fernando está muy mareado y debí detenerme para que devuelva el estómago en la carretera.

Por fortuna cargo una botella de agua en mi cartera.

Él une sus labios a los míos en otro beso el cual correspondí llevando mis manos a su cabello húmedo.

—¿Te lavaste el cuerpo con cloro verdad?

Él ríe —¿Cloro?

—Si amor Cloro, lavandina y cualquier producto después de que esa estúpida te tocó.

—Creo que debería ducharme nuevamente. —Me comenta mientras lleva sus manos a mi chaqueta y baja la cremallera para luego despojarme de ella—Pero que tenemos aquí —Ríe al percatarse de que solamente poseo una bata de baño.

—Fer —Formulo su nombre cuando comienza a repartir besos húmedos en mi cuello

—Debería comprobar si debajo de esta tela llevas ropa—Me propone mientras posiciona su mano en mi muslo y sube sigilosamente hacia mi entrepierna

—Ya basta de juegos, bebé. Si no vuelvo a casa te casaras con un espantapájaros.

—Te amo, hermosa, gracias por confiar en mí

—Siempre —Deje un último beso en sus labios antes de alejarme