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La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 51

Summary for Capítulo 51: La Obesion del ceo por Maricel98

Capítulo 51 – A Turning Point in La Obesion del ceo por Maricel98 by Internet

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Desperté abruptamente debido al si sonido de mi celular.

Me percate de que unos brazos están entrelazados en mi cintura y un cuerpo pegado al mío.

Me siento aterrada porque no recuerdo absolutamente nada de lo que ocurrió anoche. Lo último que recuerdo es mi discusión con Fernando en la cual me trato como basura.

Observe el lugar detenidamente y me percaté de que me encuentro en una habitación del hotel debido al color de sus paredes el cual combina con el resto de la arquitectura y al observar el lugar es evidente que es un hotel.

Tome valor para despojar mi cuerpo de la sabana y descubrir si tengo la ropa interior, la respuesta es negativa. No soy una eminencia, pero es evidente que me acosté con alguien, estoy desnuda en un motel con un intenso dolor en mis partes íntimas.

Debí reprimir mis lágrimas con todas mis fuerzas, siento como un nudo se forma en mi garganta.

No me atrevo a girar y descubrir con quien pase la noche. Quisiera salir corriendo sin voltear y olvidarme de todo.

Tome el celular el cual se encuentra al lado de mi almohada y respondí los mensajes de Wendy. En los cuales me pregunta si me encuentro bien, le respondí que estoy perfecta y pronto regresaré a la casa también le solicité que cuide de Aarón una o dos horas más en lo que llego.

Me intente alejar de la cama, pero las manos en mi cadera ejercieron fuerza en esta, logrando que vuelva a caer en la cama.

—¿A dónde crees que vas? —Al escuchar su voz la reconozco a la perfección

Cuando me gire confirme que se trata de Diego quien también está desnudo de la cintura para arriba y no me atrevo a descubrir si abajo también.

—A mi casa —Limpie las lágrimas que amenazan con salir

No puedo creer que me acosté con el primo del amor de mi vida. El alcohol no es una justificación, soy exactamente lo que mi abuela piensa de mí.

—No irás a ningún lado —Él lleva sus manos a mis mejillas —Eres hermosa por las mañanas

—No me acuerdo de nada, no sé cómo pude…—Trague mi sollozo

—Recuerdas que discutiste con Fernando, luego te desee un feliz cumpleaños y bebimos champaña —Asiento porque a medida habla comienzan a llegar flashback a mi cabeza —Después bebimos tequila, demasiado, te pedí que no lo hagas, pero me ignoraste.

No comprendo que ocurrió porque no es la primera vez que bebo hasta olvidarme de mí misma y nunca había actuado de esta forma.

—Luego te pedí un último beso

—¡y yo acepté!…es lo último que recuerdo.

—Mi intención era que descanses en esta habitación, pero me pediste que te haga el amor, comenzamos a besarnos, a acariciarnos y terminamos en la cama.

—No me acuerdo de eso ¿Estás seguro de que yo te lo pedí?

Él asiente con la cabeza —Me rogaste que te haga mía. Era inevitable que ocurriera, Bell, nos deseamos hace más de un año.

—yo no deseaba esto

—Si lo deseabas, me lo dijiste anoche. Que deseabas ser mi mujer hace mucho tiempo, pero tenías miedo y que me amas.

No puedo creer que yo le haya dicho eso. Eso no es posible, cuando él me relata lo que ocurrió anoche parecería que se trata de otra persona.

— Tú sabes que yo planeaba alejarme de ti y dejarte el camino libre con Fernando.

—¿Planeabas?

—Después de la manera en la cual te entregaste a mí anoche todo cambio, Belinda. —Él deja un beso en mi frente —Fuiste tan amorosa y apasionada, tan entregada.

—¡Olvida todo, Diego! ¡Por favor no le digas a nadie!

—No soy ningún cobarde para divulgar nuestras intimidades, amor.

—¡No me digas amor!

—Es lo que eres mi amor, mi mujer.

—Tu mujer es Mariana y te casarás con ella. Olvida todo lo que ocurrió está noche, por favor.

—Anoche me juraste que serías mía toda la vida, Belinda.

—Estaba ebria

—Eso no me importa, Belinda. Me juraste que serías mía y me encargaré de que lo cumplas.

—¡Ay, Mierda! —Me queje al levantarme de la cama y sentir el ardor

—Recuéstate

Negué con la cabeza—Me espera mi hijo

Me dediqué a buscar mi ropa interior y mi vestido mientras él simplemente me observa con diversión.

—Te puedes voltear

—Ya mire y toque cada parte de tu suculento cuerpecito.

—Por favor

—Bien—Él rodea los ojos

Cuando él se giró me coloqué la ropa interior y el vestido, al verme al espejo me percaté que mi cuerpo está marcado con chupones.

—Perdón, fui algo efusivo, bebé. Es lo que tú y tu cuerpo me provocan, me enloquecen.

No le respondo nada y prosigo con mi camino procurando de que nadie me vea saliendo del hotel. Por fortuna la fiesta acabo anoche y al parecer los invitados se han marchado.

Desahogue mis lágrimas en el taxi e intente calmarme porque no deseo que mi pequeño me vea de esta forma.

Al entrar a la propiedad me percaté de que el lugar está decorado de manera colorida y un cartel que dice “Feliz cumpleaños, Belinda”.

En el sitio se encuentra comida como hamburguesas y refrescos además de un hermoso pastel sabor chocolate.

—Feliz cumpleaños, mami—Dice mi pequeño corriendo hacia mí y abrazando mis piernas, debí callar mi gemido y disimular mi dolor.

—Gracias amorcito

—Aarón y yo te preparamos los sándwiches y mamá el pastel.

—Muchas gracias a los tres y disculpen la hora.

—Te gusta mi regalo —Él me entrega un dibujo en el cual se percibe una casa y cuatro personas allí.

—¿Quiénes son bebé?

—Tu mami, Goku, Fer y yo.

Reí —Es hermoso bebé sobre todo mi cabello.

—Hoy en la tarde es la boda de Mariana y Diego, pero más tarde podemos hablar.

—Más tarde no voy a estar

—¿De qué hablas?

—De nada que te interese, Fernando. Lárgate para siempre de mi vida.

—volveré por ti —Es todo lo que dice antes de irse

—¡Fer! —Exclama Aarón bajando las escaleras junto con mi abuela

—Fer se fue, bebé.

—No me espero

—Estaba apurado, pero vístete que nos iremos a pasear.

—¡A mí me gustaría llevarlo!

—¿Estás segura, abuela?

—Si quiero pasar tiempo con el mientras tú preparas la cena. Me encantaría probar tu famosa lasaña.

—Está bien abuelita. —Me agaché a la altura de Aarón —Te amó muchísimo, pórtate bien con la abuelita.

—Sí mami—Es todo lo que dice antes de irse

Debido a que me faltan algunos ingredientes fui a la tienda a comprar algunos. Debido a que habían muchas personas me tarde bastante tiempo.

Cuando regrese a mi casa con las compras me percaté de que la puerta de mi casa está abierta lo cual me alerto.

Deje las bolsas en el sofá y entre a la propiedad sigilosamente, estaba a punto de gritar cuando descubrí al intruso bajando las escaleras con un bolso mío en mano.

—¿Cómo entraste?

—Dejaste la puerta abierta

—Claro que no, Diego.

—Claro que sí ¿o como habría entrado?

—¿Qué haces con mi bolso?

—Empaque lo indispensable, Bell. De todas formas te compraré todo nuevo.

—No sé dé que hablas deberías estar yendo a la Iglesia. —De hecho está vestido con su traje de novio

—Aquella noche también te juré que dejaría a Mariana por ti y tú prometiste que huirías conmigo a iniciar una nueva vida solamente nosotros dos.

—Estás mal yo nunca me iría contigo, ahora lárgate —Le di la espalda para guiarlo hacia la salida, pero comprendí que cometí un error.

Sentí un pañuelo ejerciendo fuerza en mi boca y mi nariz, intente quitármelo de encima, pero no lo logré. El aroma intenso que emana logró que perdiera la consciencia.

—Juntos por siempre.

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