Login via

La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 73

Summary for Capítulo 73: La Obesion del ceo por Maricel98

Summary of Capítulo 73 from La Obesion del ceo por Maricel98

Capítulo 73 marks a crucial moment in Internet’s Internet novel, La Obesion del ceo por Maricel98. This chapter blends tension, emotion, and plot progression to deliver a memorable reading experience — one that keeps readers eagerly turning the page.

No logró dejar de llorar y por ello Emiliano no ha dejado de abrazarme desde que llegué. Él se alarmó cuando me vio en este estado por lo cual debí ser honesta y explicarle mi situación.

Él no deja de acariciar mi cabello mientras me repite que todo estará bien.

—Debes intentar calmarte, al bebé puede hacerle daño.

—Me mintió durante toda la vida y fingió que me quería cuando siempre me negó.

—Yo que tú le reclamaba la herencia —Habla Margarita

—¿De qué me serviría el puto dinero?.

—En que mundo vives Belinda. El dinero sirve para muchas cosas y principalmente en tu situación. Puedes contratar a los mejores abogados y comprar una mansión para vivir con Aarón y obviamente conmigo.

—Tus imprudencias son lo único que necesita, Belinda.

—Solamente digo la verdad, Doctor Bombón.

—Deberías recostarte y te preparo algo caliente.

Negué con la cabeza

—Vamos Belinda ni los niños son tan tercos

—Yo los dejo porque Mateo tiene consulta con el médico.

—¿No quieres que te acompañe? —Le ofrezco

—Me mojarás con tantas lágrimas. —Es todo lo que dice antes de alejarse.

—¿Un chocolate caliente?

—No tenías consulta.

—Mañana empiezo por lo cual ya no me tendrás a tu disposición las 48 hs del día

Reí fuerte —Son 24 hs

—Si, pero estoy contigo 48 o 60, explotadora.

Reí —Bien señor dramático.

—¿A quién llamas dramático?. —Él hace cosquillas en mi estómago por lo cual reí fuerte

—¡Basta, odio las cosquilla!

—Si ya me di cuenta

Debo admitir que el chocolate caliente me ayudo bastante y también el pastel de fresa, no sabía que tenía tanto apetito hasta que lo devore.

Emiliano es un exagerado porque debido a que el día se enfrió él encendió el aire acondicionado y me arropo con varias cobijas, parezco un auténtico hombre de las nieves.

—Me siento muy pesada

—Acostúmbrate

Reí fuerte —Tu novia me debe odiar por absorber todo tu tiempo

—¿Qué Novia?.

—Rubí, la enfermera odiosa. Disculpa, pero si tengo mal gustó tú me superas.

Él ríe —Que te hace pensar que es mi novia

—Por la forma en la cual te mira y tu comentario de que cenaron anoche.

Se preguntarán ¿y Dylan? Si es verdad que fuimos buenos amigos, pero él siempre estuvo interesado en mí, en cambio, la amistad de Emiliano es sincera.

Salí de mis pensamientos cuando mi tío llegó al lugar. El hombre se ve verdaderamente agotado y es normal porque su trabajo es muy pesado.

—Buenas noches, Señor Uriarte

—Llámame José Luis

—Está bien, José Luis.

—¿Cómo te sientes? Tu cara delata que lloraste durante horas

—Me acabo de enterar de que mi padre es Edward Galván, pero supongo que tú lo sabías.

Él niega con la cabeza —No lo sabía, pero tenía mis sospechas. A Sara le brillaban los ojos cuando hablaba del señor Edward.

—Al parecer heredé el pésimo gusto de mamá.

—Somos dos —Él me regala una sonrisa

—Supongo que debes estar cansado, mientras te bañas caliento la cena.

—Gracias mi amor.

—Bueno yo me retiro, me tomé el atrevimiento de reparar la cañería y un desperfecto en las escaleras, no quiero que Belinda se tropiece.

—Gracias es un estuche de sorpresas Doctor Martínez —Reí fuerte

—Muchas gracias por cuidarla

—Siempre lo haré —Él deja un beso en mi mejilla luego toma la mano de mi tío y finalmente se aleja.

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: La Obesion del ceo por Maricel98