Capítulo 86 – A Turning Point in La Obesion del ceo por Maricel98 by Internet
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Belinda
Ha sido un día maravilloso con la familia de Emiliano. Su madre es muy amorosa y su abuelito un amor al igual que sus tíos y sus primos quienes son un muchacho de nuestra edad, un niño de trece años y dos gemelos de diez años.
Al verme ellos se sorprendieron porque no sabían que él tenía una novia y sería padre. En realidad aún no somos pareja, pero él me presento como la mujer que ama y la madre de su futura hija por lo cual ellos asumieron que somos pareja.
Así es tendré una niña, en la última ecografía confirmaron el sexo aunque no todo es bueno porque mi nena no está creciendo correctamente y debido a eso debo tomar varias víctimas por día.
En este instante estoy cortando el pastel junto con Catalina, la madre de Emiliano mientras observamos como él juega en el jardín con sus primos y otros amigos de ellos.
Su tía y su abuela están poniendo la mesa para merendar en familia.
Debo reconocer que este lugar es maravilloso. Hay montañas, ríos y paisajes verdes hermosos aunque no pude ver mucho debido a que se manejan en caballo y yo no puedo cabalgar.
—Nunca le perdonaré a Emi que no te trajo antes, tengo varios regalos para Sarita.
—Muchas gracias y él me insistió mucho para traerme, pero he tenido varios problemas.
—Como sea estoy muy ilusionada con la llegada de mi primera nieta. En esta familia todos son varones—Ella ríe
Está mujer se ve muy amable y debo admitir que es hermosa, tiene el cabello castaño largo y los ojos color gris, la tez canela, a pesar de ser grande se ve muy bien conservada.
—Yo debo ser sincera con usted, mi hija no es…
—Conozco toda la historia Belinda, pero si mi hijo decidió que tu bebé sería su hija yo la aceptó como nieta y créeme que la amaré muchísimo.
—Muchas gracias, señora, ahora veo de quien heredó Emi su nobleza. La felicito su hijo es maravilloso y siempre estaré agradecida con él. En el mundo hay hombres crueles y otros que son pura luz como su hijo.
—No sé si Emiliano te contó nuestra historia.
—No dio muchos detalles solamente comentó un poco de su padre y de usted, pero no tiene que decirme nada.
—No tengo problema en hacerlo. Cuando conocí al padre de Emiliano era muy joven y quede cautivada con su belleza y su personalidad, no me importó que mis padres no estuvieran de acuerdo y me case con él. Sin embargo, después de la boda mostró su verdadero rostro, no le gustaba que le dirija la palabra a otros hombres, que los salude o les sonría, incluso le molestaba mi forma de vestir.
—Porque pensaba que provocaba a otros hombres y debía adivinar cuándo él estaba de buen o mal humor, pero cuando estaba de malas siempre era su culpa. —Complete su frase porque ese hombre se escucha idéntico a Diego
Ella asiente—Exacto y al estar distanciada de mi familia no tenía a quien recurrir. Su violencia cada día aumentaba más y más ni siquiera se detuvo cuando se enteró de que espera a mis hijos.
—¿Sus?.
—Debido a su violencia el embarazo de los mellizos fue muy complicado. Emiliano nació hermoso y sano, pero mi pequeño Kike nació con muchos problemas. Él no lograba comunicarse y nunca pudo caminar.
Sostuve su mano cuando me percaté de que sus ojos están vidriosos.
—Los médicos me explicaron que no viviría mucho tiempo y evidentemente mi esposo me culpó a mí y se llevó a Emiliano alegando que no podía cuidarlo. No logré recuperarlo hasta mucho tiempo después.
—¿Él nunca conoció a su hermano?
Ella asiente —Si después de unos cinco años logré recuperar a Emi y convivió con su hermano. Él lo cuidaba en el colegio y lo defendía, pero desgraciadamente murió unos años después. Fue muy duro para él y creo que hasta el día de hoy no lo superó.
—No me imagino lo que debe significar perder a un hermano.
—¿Eres hija única?.
Negué con la cabeza —Tengo una hermana, pero no somos las mejores amigas
—Yo pensé que después de huir de casa, mis padres y mi hermano me odiarían, pero Raid siempre me apoyo con Kike y en la búsqueda de Emiliano.
—¿El padre de los mellizos?
Ella asiente con la cabeza —Él es mi mellizo y tuve dos hijos por lo cual si aceptas a mi hijo ya sabes a qué atenerte.
Reí y negué con la cabeza —Ya acordamos con Emi ser solamente amigos y padres de Sarita. Ya estoy curada de espanto con los hombres.
—Eres muy joven para hablar de esa forma. Tal vez no sea con mi hijo, pero no debes cerrarte al amor.
—Emi me comentó que tiene un centro que ayuda a las mujeres.
Ella asiente —Es una excelente manera de cambiar de tema, si me gusta ayudar a las mujeres como me hubiera gustado que ayuden a mí. Creo que se puede obtener algo positivo de la tragedia, intento encontrarle un sentido.
—Me encantaría realizar una donación.
—Se tarda mucho ese pastel —Bromea el señor Raimundo llegando.
Luego de unos minutos lleve los platos con los pasteles a la mesa y los niños llegaron prácticamente corriendo.
El niño mayor se parece mucho a su padre y los menores a su madre. No puedo evitar acordarme de Aarón al verlos.
Salí de mis pensamientos cuando alguien abrazo mi cintura.
—Me dejarás un poco de pastel ¿Verdad?.
—Muchas gracias y deberías aceptar la propuesta de Fabio de ir a pasar el rato con sus amigos.
Él niega con la cabeza —Estoy prefecto acá.
Me percaté de que Rommy salta a Emiliano y este la carga en brazos acariciando su cuello mientras ella ronronea.
—Es preciosa, pero creía que era macho
—Es bisexual
—No seas tonto
—Al principio pensábamos que era macho y lo llamamos Román luego descubrimos que es hembra y cambio a Romina, Rommy. Te advierto que yo te dejaré mi cuarto, pero ella no.
—¿Dónde dormirás tú? La noche está helada.
—Aquí mismo —Él señala el sofá
—Pero Sarita no quiere alejarse de ti.
Él ríe —Es una pena porque yo quiero que Belinda me pida que duerma con ella y la abrace toda la noche. ¿Es muy difícil hacerlo?.
—El problema es que yo no duermo con mis amigos.
—Y yo nunca te obligaría a hacer algo que no desees.
—Lo sé, buenas noches. —Deje un beso suave en sus labios y él me lo siguió. —¿Quieres morir de frío o tienes una pregunta que hacerme?.
—¿Tienes cobija?.
Rodee los ojos ante su tonta broma. —¡Muy gracioso!
—Bonita quería ser más romántico llevarte serenata y escribirte un mensaje en el cielo, pero estoy a punto de morir de taquicardia. No tengo que repetirte que te amo con locura y me tienes loco ¿Quieres ser mi novia?.
Asentí con la cabeza —Si quiero.
Él une sus labios a los míos en un beso efusivo el cual le seguí con la misma intensidad llevando mis manos a su cabello.
Ese solo fue el inicio de la noche.
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