Login via

La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 88

Summary for Capítulo 88: La Obesion del ceo por Maricel98

Summary of Capítulo 88 from La Obesion del ceo por Maricel98

Capítulo 88 marks a crucial moment in Internet’s Internet novel, La Obesion del ceo por Maricel98. This chapter blends tension, emotion, and plot progression to deliver a memorable reading experience — one that keeps readers eagerly turning the page.

Me desperté debido a jalones en mi cabello provocados por Aaron. El pequeño seguramente ya tiene hambre y desea que le prepare su desayuno favorito.

Debí bajar debido a que solamente nosotros estamos en la casa porque mi tío trabaja y Margarita se fue al mercado con Mateo.

Me dediqué a prepararle sus panqueques a mi pequeño mientras él mira dibujos animados en la sala y utiliza su celular. Creo que le está enviando mensajes a Fer.

Cuando termine de prepararlos los deje en la mesa luego saque la leche del refrigerador y se la serví en una taza.

Él se dirigió a tomar su desayuno y yo me dirigí a la puerta para abrirla.

En cuanto visualice a la persona que se encuentra detrás de la puerta mi corazón se detuvo.

-Buenos días, mi amor -Diego sonríe maliciosamente

Estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero no viene solo. La pequeña rubia y de ojos color cielo lo acompaña.

-Hola Belly -Me saluda Megan quien está en sus brazos, la inocente me regala una sonrisa mientras abraza a su muñeca barbi.

-¿Cómo estás mi amor? -Deje un beso en su mejilla -Hace mucho tiempo no te veo, muñeca.

-Está lloviendo ¿Acaso nos dejaras afuera?. La niña es muy enfermiza y si le ocurre algo será tu culpa.-Si no me manipulara no sería Diego.

-Adelante Megan.

Él no perdió el tiempo y entro en la casa sin soltar a la niña. Es patético que la utilice para entrar a mi casa y yo soy una idiota al ceder a sus manipulaciones.

-Se puede saber que haces en mi casa, Diego.

-Megan y yo queríamos saludar a Aarón y ver como estaba mi bebé.

-Diego dice que tú no dejaras jugar con la bebé. -Noto la tristeza en sus ojitos celestes

Si mi hija se pareciera a Diego sería prácticamente el retrato de Megan.

Él ríe -Belinda nos quiere lejos de la bebé, Megan.

-¿Por qué?

-No le hagas caso mi cielo, mi bebé estará muy pequeña cuando nazca, pero cuando crezca tú jugaras con ella.

-¿Puedo jugar con Aarón?

Le devolví la sonrisa -Por supuesto mi vida, pero primero bebe algo caliente que te estás helando.-Tome su mano y la guíe hacia la cocina en donde le serví una taza con chocolate-Aarón cuida de tu prima unos minutos y no se acerquen a la cocina.-Les pedí antes de regresar a la sala en donde Diego estaba instalado en mi sofá.

Sin dudarlo me acerqué a la puerta para abrirla, pero esté no se mueve de su lugar.

-¡Lárgate de mi casa!

-Vine en son de paz mi amor

-¿Acaso Megan es tu pañuelo blanco?. Es increíble como utilizas a las personas.

Él lentamente se acerca a mí, sin dudarlo tome un florero y lo amenace.

-¡No te acerques, Diego!

Él no deja de reír – ¿Acaso me matarás? Tuviste miles de oportunidades en la hacienda y nunca lo hiciste. ¿Sabes por qué no lo hiciste? Porque en el fondo a pesar de tus gritos y tus lloriqueos te fascinaba como te cogía.

-¡Eres un cerdo! ¡Si nunca te mate es porque no soy una asesina! ¡No te repetiré que te largues!.

-¿Acaso correrás a la pequeña Megan? La niña está muy ilusionada con su pequeña sobrina.

-Querrás decir con su hermanita, Diego y no te preocupes yo la llevaré a tu casa más tarde, pero tú le largas.

-No sé dé que hablas. -Se hace el tonto

Reí -Creo que no recuerdas que te vi acostarte con Carla y sacando cuentas, tú puedes ser perfectamente el padre de Megan.

-Conozco cada movimiento que realizas, amor y no sería difícil acabar con tu hijo.

Sé que eso es verdad porque Aarón llegó ayer y él está aquí, es evidente que es una advertencia.

-Soy capaz de todo si no vuelves a mi cama. Si no puedo tenerte a ti tendré a mi hija y me encargaré de que te odie, Belinda, pero me aseguraré de que no tengas nada -Él lleva sus labios a mi cuello dejando besos efusivos y mordidas allí-Eres tan deliciosa, tan mía.

Lo intento empujar con las manos en su pecho, pero esté las lleva arriba de mi cabeza y sostiene mis muñecas.

-¡No soy tuya!

-Eres mi mujer, solamente mia. No me obligues a forzarte -Él susurra en mi oído mientras se dedica a morder el pómulo de mi oreja.- Eres tan rica por las buenas, aun recuerdo como me montabas y gemías mi nombre.

Sin dudarlo le pegué un puntapié con todas mis fuerzas.

-Solamente fingía para huir. Me daba asco que me toques y me beses.

Él jala mi cabello y sin ningún cuidado me arrastra hacía el sofá empujándome allí y posicionándose arriba mío.

-Te tragas tu Asco porque ahora mismo serás mía.-Él une sus labios a los míos en un beso salvaje con el cual me quita el aire. No tarda en adentrar su asquerosa lengua en mi garganta.

Sus manos se deslizan hacia mis muslos subiendo mi falda.

-¡Diego le harás daño al bebé! -Le suplicó entre lágrimas

-Si te quedas quieta no le pasará nada. Te juro que lo disfrutaras -Es todo lo que dice antes de desgarrar mi blusa exponiendo mi brasier -Me fascina lo grande que están tus pechos.

Siento asco cuando los mordisquea arriba del brasier mientras sus manos se adentran en mis bragas tocando mi zona íntima.

-Te juró que si le dices a alguien tu hijo lo pagará. Tamara no le tocó un pelo porque a mí no se me antojó, pero ella podría fingir un accidente en la piscina o en el carro-Es todo lo que dice antes de desabrochar su jean

Deje de gritar y resistirme porque no tiene caso hacerlo.

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: La Obesion del ceo por Maricel98