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La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 90

Summary for Capítulo 90: La Obesion del ceo por Maricel98

What Happens in Capítulo 90 – From the Book La Obesion del ceo por Maricel98

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Desde que desperté me sentí muy nerviosa debido a que hoy será el juicio contra Diego. Deseo con todas mis fuerzas que lo declaren culpable y lo condenen a muchos años de prisión.

Emir me ha preparado muy bien y soy consciente de que es un magnífico abogado, pero Diego siempre encuentra una forma de salirse con la suya.

En este instante estoy entrando a tribunales, acompañada de mi tío y Emir, tomamos nuestro lugar y al transcurrir cinco minutos llegó Diego quien me lanzo un beso y como es su costumbre no deja de sonreír.

En el sitio se encuentran su abuela, su padre y básicamente todos sus familiares en la parte derecha y en la parte izquierda mis amigos y familiares.

Busco la mirada de Emiliano y al verme este me regala una sonrisa. Anoche dormimos en su departamento porque me sentía muy nerviosa y necesitaba relajarme.

Debimos ponernos de pie para recibir a la jueza quien es una mujer mayor de la edad de mi abuela, tiene la misma mirada de ella sería y fría.

—Buenos días, hoy 22 de abril de 2022 siendo las 10:05 am, nos encontramos constituidos en la sala 5 del Tribunal de Vayarta para celebrar la audiencia de juicio sobre el artículo 119 de nuestro código penal instruida en contra de Diego Valencia, por su probable intervención en el hecho delictuoso de secuestro y abuso sexual cometido en contra de la ciudadana Belinda Uriarte Galván. —Luego leer la causa y teclear cada palabra la mujer le cedió la palabra a la jueza.

—Buenos días, según los términos ya indicados, por la licenciada procedere a verificar la asistencia de las partes involucradas para iniciar este juicio —Anuncia la jueza

Sentí mis piernas temblar cuando me percaté de que Diego posee dos abogados y yo solamente uno aunque no dudo de Emir. Con su mirada me percató de que intenta intimidarme, pero no lo logrará.

—Le pregunto al acusado ¿Recuerda los derechos que posee?

—Si— responde Diego.

—Le hablaré de uno de sus derechos fundamentales, el cual implica que usted puede guardar silencio o no. Procederé a leer la acusación y los hechos. —Manifiesta y se coloca sus anteojos para empezar a leer —Este juicio se inicia debido a la acusación interpuesta por el Ministerio público contra el señor Diego Valencia. Le atribuyen el hecho delictuoso de secuestro y abuso sexual en contra de la ciudadana Belinda Uriarte Galván ¿Cómo se declara?.

—Mi defendida, ha sido juzgada, discriminada y hostigada por la familia del imputado y sus allegados, debido a que esté la ha difamado. Este infierno nunca acabará para ella debido a que esta clase de abuso dejan una huella imborrable para toda la vida. Lo mínimo que le debemos es otorgarle paz y justicia al condenarlo con la pena máxima por los delitos de abuso sexual agravado y secuestro. Por último me gustaría agregar que el imputado el señor Diego Valencia en ningún momento ha dejado de acosar y amenazar a mi defendida, por lo cual, él representa un riesgo para su integridad y su vida.

—Muchas gracias, licenciado Sánchez, puede proceder la defensa.— Indica la jueza

Según lo que he escuchado el abogado de Diego se llama Rómulo Duarte y es uno de los mejores abogados y con menos escrúpulos del país.

—Buenos días, estimados miembros del jurado y su señoría, primero que nada me gustaría recalcar que mi defendido el Licenciado Diego Valencia es un hombre intachable, trabajador, un hijo y hermano ejemplar. Un ciudadano honorable, quien no posee antecedentes penales y ha cooperado con la justicia desde el momento en el cual fue llamado a declarar. Él actuó de buena fe al contratar a la señorita Uriarte Galván, bajo el puesto de secretaria, siempre la apoyo otorgándole préstamos laborales y aumentando su salario con la intención de ayudarla. Tal vez cometió el error de enamorarse de la mujer equivocada y actuar, sin medir las consecuencias, al huir con ella, pero todos cometemos errores. El señor Diego Valencia no es ningún delincuente y mucho menos un abusador, él no merece ser difamado de esta manera tan inescrupulosa. En el transcurso de la audiencia demostraré su inocencia. Por último quiero recordarle a la demandante que realizar una acusación falsa es un delito.

Siento una mezcla de enojo y risa, me indigna y me divierte la forma en la cual Diego desea mostrarse como una víctima. Un hombre enamorado y honorable cuando es todo lo contrario.

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