Login via

Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa novel Chapter 139

Summary for Capítulo 139: Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa

Summary of Capítulo 139 from Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa

Capítulo 139 marks a crucial moment in Internet’s Internet novel, Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa. This chapter blends tension, emotion, and plot progression to deliver a memorable reading experience — one that keeps readers eagerly turning the page.

Capítulo 139

Sus miradas chocaron.

Amelia sonrió, despidiéndose con los ojos, sin revelar nada inusual.

Ya era su turno en la fila.

Retiró su mirade, se despidió de la niña en el video y luego entregó su pasaporte y boleto, pasando por la seguridad.

Cuando su celular estuvo de nuevo en sus manos, le envió un video por WhatsApp a Frida

La llamada se conectó rápidamente.

La pequeñita apareció frente a la cámara, todavía sin saber cómo usar el teléfono, mirándolo con curiosidad y pegando su carita a la pantalla, parpadeando con sus grandes ojos y tocando curiosamente la pantalla con sus deditos rosados, emocionada llamando a Amelia “mama, mamá” con su dulce y melosa voz de bebe, su rostro gordito

aún mostraba la inocencia confusa de todo bebé.

Amelia no pudo evitar sonreir y charlo con ella un rato, preocupada por el efecto de la pantalla en sus ojos, no se atrevió a hablar mucho tiempo y tras un rato la persuadió para colgar, guardando su celular y observando aburrida la estructura interior del aeropuerto.

Llegó temprano y aún faltaba un rato para la salida de su vuelo.

En el estacionamiento.

Dorian estaba sentado en su auto, sin prisa por encender el motor.

Se giró para mirar hacia la pista de aterrizaje y a través de la ventana podia ver vagamente el avión que se deslizaba para despegar

La mirada de despedida de Amelia seguía apareciendo en su mente, con un sabor a un adiós definitivo.

No entendía cómo habia llegado a tal pensamiento.

Se quedó sentado en silencio por un buen rato, luego miró su reloj, abrió la puerta del auto y camino rápidamente hacia

la terminal.

Amelia miraba sin interés la arquitectura del aeropuerto.

Habia estado allí muchas veces y ya lo había observado todo, pero la espera para abordar era larga y aburrida, y quizá por formación profesional, intentaba matar el tiempo examinando los edificios.

No sabía cuánto tiempo había pasado, el anuncio del aeropuerto sonaba y se apagaba, los vuelos salian uno tras otro y finalmente llegó el anuncio de su propio vuelo para abordar.

Se levantó para hacer fila y al girarse, vio a Dorian entre la multitud, apresurado, y se quedó paralizada.

Él también la vio y redujo la velocidad, su rostro guapo volvió a mostrar su serenidad habitual.

Se acercó a ella: “¿Lista para abordar?”

Amelia asintió: “Si.”

Miró detrás de él brevemente: “¿Vas a algún lugar?”

“No,” dijo Dorian, pero no se fue, quedándose a su lado en la fila.

No estaba segura de lo que él queria.

Asi que lo miró, dudando. También vas a Zúrich?”

Dorian replicó: “No quedaban boletos.”

Amelia dudosa dyo: “Ah.”

Su amigo desconcertado insistió: “Pero, ¿no estuviste cuidándola en el hospital por varios días? ¿Eso no la conmovió ni un poco?”

Sabía por Yael que Dorian había desaparecido esos días para cuidar de Amelia en el hospital.

Dorian lo miró de reojo: “¿Qué tiene que ver eso?”

Rufino se quedó sin palabras.

“¿Y si ella no regresa qué haremos?”

Rufino preguntó preocupado, notando que Dorian se detenia un momento antes de responder con voz serena: “Estaremos en la lona.”

Rufino quedó en silencio.

Sabiendo que no podía contar con él, Rufino volvió a su oficina y no pudo resistir la tentación de llamar a Rafael para preguntarle cómo iba convenciendo a Amelia. La respuesta fue que ya habían hablado, pero que ella estaba considerando su decisión.

Esa consideración de Amelia duró hasta casi el final del plazo que Dorian le había dado.

Durante esos dias, ella no lo buscó ni fue a la empresa, parecía haberse evaporado de la tierra.

Rufino estaba desesperado, pero al ver a Dorian tan calmado, no se atrevió a presionarlo, hasta que incluso sugirió que buscaran a alguien más de la lista de candidatos.

Cuando recibió la notificación, Rufino ya no pudo contenerse y fue directamente a la oficina de Dorian para preguntarle cuáles eran sus planes.

¿En serio vas a reemplazarla?”

Dorian estaba ocupado y sin levantar la mirada respondió: “Si ella no quiere venir, ¿deberíamos mantener su lugar vacío. en vez de encontrar un reemplazo?”

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa