Bajo la Máscara… ¿Amor o Juego? novela completa novel Chapter 30

Capítulo 30

Alexander: [Sé que no saldrías voluntariamente, así que tengo un as bajo la manga, Serenita. Tengo una libreta de tu abuelo antes de su muerte, ¿no has estado intentando investigar ese accidente durante los últimos años? ¿Estás segura de que no la quieres?]

Alexander conocía perfectamente a Serena, tenía en sus manos su punto débil.

El accidente que cobró la vida de su madre y abuelo fue algo de lo que Marco siempre hablaba.

Ella era muy joven en aquel entonces, y después de haber sido enviada al extranjero para cursar la secundaria, al regresar le informaron que su madre y abuelo habían fallecido de manera repentina. Parecía como si una mano gigante hubiera borrado todos los recuerdos y detalles de sus vidas tras su

muerte.

Serena nunca había sospechado antes, solo quería entender las causas del accidente. En aquellos tiempos, ella y Alexander eran bastante cercanos, y le pidió que buscara al mayordomo de su abuelo y cualquier pista que pudiera encontrar. Probablemente, la libreta de direcciones era lo que él había hallado.

Pero fue hasta que la familia Zaldívar le hizo daño que comenzó a sospechar que la muerte de su madre y abuelo podría estar relacionada con ellos.

El día del funeral, ella había regresado a la casa de la familia Zaldívar y encontró que Marco había vaciado por completo las pertenencias de su madre y abuelo.

La libreta de direcciones podría revelar con quién se había comunicado su abuelo en vida, y si ella pudiera conseguirla, sería la única pista que tenía.

Serena no tardó en devolver la llamada.

Alexander contestó con una sonrisa triunfante, “Y bien, Serenita, ¿has pensado en mi oferta?”

“¿Dónde está la libreta?”

“Ven a verme, acepta mis condiciones y te entregaré la libreta.”

Los ojos fríos de Serena se entrecerraron con astucia, “¿Cómo sé que esa libreta es auténtica? Envíame un video ahora mismo para que vea cómo luce. Luego hablaremos del resto.”

Alexander aceptó y, aproximadamente dos minutos después, envió el video.

Al abrirlo, Serena vio la libreta de direcciones amarillenta y, en el fondo del video, el mobiliario de un apartamento que reconoció como el de soltero de Alexander.

Con la información que buscaba en su poder, Serena no se apresuró a colgar mientras Alexander decía, luciendo una mirada intensa: “Nos vemos mañana por la noche en la reservación de Cervezas y Barriles. Ven y hacemos el intercambio.”

Serena aceptó, “Está bien.”

“¡Que no faltes!”, expresó Alexander con un dejo de alegría.

Una vez colgó, Serena se apresuró a llamar a Rocío, “¿Rociito, tuviste tiempo suficiente para rastrearlo?”

Así es, antes de llamar a Alexander, ella ya había contactado a Rocío para que usara la llamada para rastrear su ubicación.

“¡Ese cretino estaba en su apartamento de soltero cuando te llamó!”

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una expresion indiferente, Serena sesutgimsusun cuelitotro.

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sassientate. Serenita.”

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mugetconto allanningún hombre podría resistir el deseo de posesderla.

Serena, sorprendida, su rostro se enfrió, “Ya te rechacé, Alexander.”

“Je,” Alexander tocó su hombro y se inclinó para oler su cabello, “¿Acaso no sé lo lista que eres? Ese truco puede funcionar con Celina, pero yo te conozco muy bien.

Serenita, sé que estás ganando tiempo, el ladrón que enviaste a mi casa ya está siendo detenido por mis hombres en la calle.”

Serena se quedó paralizada un momento, y luego se giró.

Había enviado a Rocío a buscar a un ladrón experto para que, mientras Alexander salía a encontrarse con ella, entrara en el apartamento a robar.

Pero no esperaba que Alexander conociera tan bien sus tácticas, ¡habían atrapado al ladrón!

“La libreta ya está de nuevo en mis manos, y ahora, ya no considero hacer un trato contigo, de todos modos, esta noche no vas a salir.”

De repente la alzó en brazos y caminó hacia el sofá del interior, donde la ató.

“¿Qué pretendes hacer?” El color del rostro de Serena cambió al instante, pero no se atrevió a resistir demasiado, temiendo lastimar su vientre, así que se dejó empujar con fuerza.

Alexander, con los ojos empañados por el alcohol, comenzó a desgarrar su ropa, “Me obligaste a hacer esto. Hoy voy a tenerte.”

“¡Estás loco!” Serena extendió la mano en busca de un alfiler, pero él la atrapó rápidamente, y con una sonrisa burlona dijo, “Sé que eres astuta, no intentes engañarme.”

“¡Suéltame, Alexander!”

Él cerró los ojos y la besó con fuerza.

“¡No!” Serena se aferró a su ropa, asustada.

¡Bang! Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe…

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