¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 1415

Capitulo 1415 

Sempre escuchaba a Orson mencionar ese nombre, y a veces, el Señor Salcedo se quedaba mirando celular. 

su pensativo, con ganas de marcar este numero, pero nunca se decidia a amar 

Hector penso que esa mujer debla ser muy importante para Orson. 

Ahora que ella había tomado la iniciativa de Ramar, si él la rechazaba y el Señor Salcedo se enteraba, seguro le carria una buena reprimenda. 

Asi que Hector tomó la decisión por su cuenta y le dijo: “Sube al piso 28, a la oficina del vicepresidente.” 

“Pero la recepcionista no me deja pasar,” dijo Jimena, 

“Pasale el celular a ella, yo le hablare.” 

Jimena hizo lo que le dio y dio el teléfono a la recepcionista. 

La actitud de la recepcionista cambio por completo, ahora era todo amabilidad al teléfono. 

Le devono el celular a Jimena y con una sonrisa, le indicó: “Por aqui, señorita Jimena, tome el ascensor directo 28.7g2 

Jimena noto el cambio en su comportamiento, pero no le dio importancia, tomó su teléfono y se metió en el elevator 

Llegó al piso 26, era la primera vez que visitaba Grupo Salcedo y no sabia donde quedaba la oficina del vicepresidente. 

Miro a ambos lados y decidió caminar hacia la izquierda. 

De repente se escucharon voces alteradas desde una oficina. 

Jimena se detuvo, movida por la curiosidad, y vio que en la puerta decia sala de reuniones, no era una oficina. 

Justo cuando iba a seguir su camino, escuchó una voz autoritaria. 

“Orson, delante de todos estos accionistas, necesito una respuesta clara! ¿Plensas casarte conmigo o no? Si no lo haces, Alonso y Castel tampoco te apoyarán. ¡Y entonces no tendrás sentido seguir siendo vicepresidente! Si te casas conmigo, podrán recomendarte como el legitimo lider de Grupo Salcedo al instante.” 

Esa voz era de Priscila. 

¡Estaba forzando a Orson a casarse con ella frente a todos los accionistas! 

Priscila no se preocupaba por la imagen de Orson. 

Diciendo en frente de todos que Orson solo alcanzaría éxito si se casaba con ella, o de lo contrario caería en desgracia 

Eso era como decir que Orson vivia a expensas de una mujer. 

¿De verdad Priscila amaba a Orson? 

Queria casarse con el pero no tenía que acorralarlo asi. 

Jimena se quedó escuchando lo que sucedia adentro. 

“Priscila, esto es una reunión sobre el proyecto médico de Grupo Salcedo, no es la casa de los Guzmán, Si quieres hacer un escandalo, mejor regresa a tu casa!” Orson, conteniendo su enojo, intentaba razonar con Priscila. 

Pero ella, como si no entendiera, continuó arrogante: “Si no fuera por el apoyo de la familia Guzmán, estarias aqui reuniendote con la alta dirección? Todavia estarias en tu pequeña empresal Orson, solo indique una fecha para casamos delante de todos estos accionistas. y mañana mismo haran la solicitud al actual presidente para que tú seas el presidente de Grupo Salcedo. Tu primo Leo Salcedo ya no podrà ambicionar este puesto. Solo dime una fecha para nuestro casamiento, y llamaré a mis padres para que lo arreglen enseguida.” 

Priscila estaba presionando y tentando a Orson para casarse, estaba desesperada. 

Jimena sintió desprecio: una mujer asi, sin cerebro y tan prepotente, no dejaba espacio para respirar. 

No era de extrañar que Orson no quisiera casarse con ella. 

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Pero Orson, siendo presionado asi por Priscila, aún lograba contener su furia, era admirable. 

“Priscila, ¿cuántas veces has venido a hacer un escándalo? Puedo tolerarte una o dos veces, ¡pero eso no significa que lo haré por siempre! ¡Ya basta con ser vicepresidente!” Orson, furioso, dio una patada a la mesa y se marcho. 

Abrio la puerta de la sala de reuniones y de inmediato se encontró con la mirada de Jimena, quien estaba espiando justo en la entrada. 

“Jeje, solo estaba pasando, no escuché nada,” dijo Jimena con una risita nerviosa al encontrarse con la mirada furiosa de Orson. 

“Orson, no te muevas, soy tu prometida, ¿acaso está mal que te pida que te cases conmigo? Priscila salió detrás de él, visiblemente enojada. 

Orson tomó a Jimena por la cintura y la puso frente a Priscila, diciéndole con rabia contenida: “Mi prometida cambio, tü no tienes ni una décima parte del encanto que ella tiene.” 

Sin decir más, agarró la cara de Jimena y la beso con fuerza en los labios. 

Jimena abrió los ojos sorprendida. 

Capitulo 1416 

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