¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 1498

Capítulo 1498 

Elia alzò la mano, evitando que la mujer le arrebatara lo que tenía y, mirando hacia sus piernas, soltó una risa fría diciendo: “¿No que estabas tirada en el suelo sin poder levantarte ni caminar? ¿Cómo es que ahora estás saltando como si nada?” 

La mujer se quedó paralizada, ya no podia seguir fingiendo. 

“Yo, yo me alteré por tu culpa… tartamudeó sin convicción. 

Cecilia, sorprendida, exclamó: “¡Vaya, resulta que eres una estafadora! Si no te vas ahora mismo, ¡llamo a la policia!” 

“¡No llames, no llames, me voy, me voy!” La mujer se rindió y se marchó rápidamente. 

Elia luego se dirigió a Cecilia: “Todo está bien ahora.” 

Cecilia quería agradecerle, pero al recordar que Elia era la exnovia de Asier y que tenían cuatro hijos juntos, sentía un malestar en su corazón y simplemente no podía pronunciar esa palabra de agradecimiento. 

“Si no hubiera pasado esto, no habría bloqueado tu camino.” Dijo Cecilia sin emoción alguna y se dirigió a su carro, abrió la puerta y se subió. 

Elia se quedó quieta por un momento. Cecilia quería decir que no lo hacía por ayudarla, sino por despejar el camino lo antes posible para irse.g2 

Bueno, su ayuda no era para recibir un agradecimiento de Cecilia. 

Elia se dio la vuelta y se dirigió hacia los otros carros. Al pasar por la limusina, su mirada se encontró accidentalmente con los ojos oscuros y profundos de Asier. 

Esa mirada era tan intensa y fría que el corazón de Elia dio un vuelco y comenzó a latir más rápido. 

Desde siempre, cada vez que sus ojos se encontraban con los de Asier, ella se sentía nerviosa sin saber por qué. 

Elia, incapaz de mantener la mirada, bajó la cabeza rápidamente, pasó por la ventana del carro y llegó al auto de Ramiro. Abrió la puerta y se sentó. 

Estaban en medio de la carretera, un lugar donde no se podía detenerse a menos que hubiera un accidente. Elia no tuvo más remedio que regresar al carro de Ramiro. 

La limusina de enfrente se alejó y Ramiro también puso en marcha el vehículo. 

Ramiro preguntó: “¿Así que tú y Asier terminaron definitivamente?” 

Ramiro quiso retomar la conversación que habían dejado antes de detenerse. 

La pregunta tomó por sorpresa a Elia, sintiendo como si su corazón estuviera atrapado, asfixiándose. 

¿Era cierto que ella y Asier habían terminado para siempre? 

Antes, había hecho todo lo posible por alejarse de Asier, incluso había pedido ayuda a Ramiro para huir con los niños. 

Ahora que Asier realmente la había dejado ir, se sentía increíblemente sofocada. 

Elia tomó aire y dijo: “¿Ramiro, no has tenido ninguna relación en estos tres años? Ya es hora de que pienses en casarte.” 

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Capitulo 1498 

No quería hablar más con Ramiro sobre suciación con Asier, pues ni ella misma tenía las cosas claras, ¿cómo explicarlas a alguien más? 

“He pasado tres años intentando superar la muerte de Sergio. Aprendí de él que el amor puede ser mortal, y no me atrevo a intentato de nuevo“. 

Las palabras de Ramiro la dejaron singliento una vez más. 

Hacía mucho que no escuchaba el nombre de Sergio en boca de alguien más. 

Y ahora que lo escuchaba de nuevo, el dolor volvía a ser palpable. 

“Sergio eligió ese camino sin retorno para darte libertad,” continuó Ramiro. 

“¿Qué has dicho?” Elia se quedó atónita. 

Capítulo 1499