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¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 420

Summary for Capítulo 420: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 420 – Highlight Chapter from ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

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Capitulo 420 

Este comentario tomó a Elia por sorpresa, sintiéndose invadida por una sensación de inquietud

No respondió directamente a su pregunta, en cambio, le preguntó: Ya te has curado de tus heridas?” 

Aquel dia en el hospital, Sergio tenia rasguños en su rostro y cojeaba, pero se negó obstinadamente a recibir tratamiento

Habian pasado unos dias y Elia no sabia si se habia curado las heridas

Si nos vemos de nuevo, lo averiguarás Dijo Sergio 

Elia respondió Voy a dormir, si no necesitas nada más, voy a colgar 

Si no vienes, llamare a Asier y pelearé contra el Quien gane, tendrá el derecho de estar contigo. No te preocupes, estoy dispuesto a arriesgar mi vida La voz de Sergio se tenso, se oia sena y apremiante, no era un impulso momentáneo ni una amenaza 

Estaba dispuesto a amesgar su vida por la posibilidad de estar con ella

El corazón de Ela se encogió, sintiendo un dolor agudo y persistente.g2 

Aquella vez, cuando Sergio condujo su auto en llamas, su imprudencia y locura todavia estaban frescas en su memoria 

Ella creia plenamente que el estaba dispuesto a amesgar su vida 

Y mas aun, estaba dispuesto a amesgar su vida por ella, para pelear con Asier

No importaba como terminara todo, la desafortunada seria ella

Asier no la dejana en paz 

Elia apurada respondió: Sergio, no hagas tonterías.” 

Si no quieres que cometa una locura, puedes venir a verme. Estoy debajo de tu edificio. Dijo Sergio

¿Debajo de su edificio

¡Debia ser en su antiguo barriol 

Ese barrio estaba a tres paradas de autobús de donde vivia ahora

Pero si no iba, Sergio realmente podria cometer alguna locura

Elia le dijo: Espera un poco, me estoy bañando, cuando termine me bajo a verte.” 

Colgo el telefono. Elia se vistio rapidamente para salir, tomó sus llaves y su bolso, bajo rapidamente y tomó un taxi hacia su antiguo barrio

Elia le solicito al conductor del taxi que se detuviera en la puerta trasera del edificio 

Salio del auto y entró en el edificio desde atras

Bajo el edificio, habia un Bentley negro estacionado. Un hombre se apoyaba en el auto, vestido con un traje deportivo de color blanco y negro, de figura esbelta, el cabello corto de color castaño, su rostro habitualmente cálido y suave estaba vendado, se veía desolado

Era Sergio 

Elia aceleró el paso hacia el 

Sergic estaba mirando constantemente la escalera del edificio, pero de repente vio a Elia acercándose desde un costado, vestida con una faida larga de color crema, su cabello largo cala sobre sus hombros, se veia que todavia estaba húmedo, su rostro ovalado estaba húmedo, parecia un ángel en su pureza y belleza

Los ojos de Sergio brillaron, mirandola con amor y dolor 

¿Como es que vienes de all? Pregunto Sergio 

Elia evito su mirada y le dijo Sali por la puerta trasera. ¿Qué necesitas de mi?” 

Mientras hablaba, Elia se mostraba inquieta, mirando a su alrededor 

Cuando vio el vendaje medico en su rostro, supo que sus heridas habían sido tratadas, asi que se sintió aliviada 

Sergio la sostuvo por los hombros, mirándola de manera seria y preocupada. Tienes una henda en la frente que aún no ha sanado, y te lavaste of prio? ¿Qui pasa si entra agua y se infecta

No fue hasta que ella se acerco a é que se dio cuenta de que al vendaje en su frente había sido quitado. La henda grande como un huevo en su frente habia formado una costra roja face, la mitad estaba cubierta por su cabello y la otra mitad estaba expuesta 

Verla asi le dolo el corazón a Sergio 

Estaba tan cerca de ella que podia oler al dulce aroma dal jabón en su cuerpo

Era un olor tan familiar y conmovedor que recordas cuántas veces la habia obrazado y olla 

Pero ahora, ees olor se habia convertido en un dolor eleo en su corazón, un olas que queria evitar a toda opsla 

Ela se sintió inquieta, cada vez más anaosa, retrocedió un paso para evitar su contacta, dẹo. Va fushë vila costro, y hul muy cuidadosa al lavanta di no me entrará agua on lahenda

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