Login via

¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 505

Summary for Capítulo 505: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 505 – A Turning Point in ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia by Internet

In this chapter of ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia, Internet introduces major changes to the story. Capítulo 505 shifts the narrative tone, revealing secrets, advancing character arcs, and increasing stakes within the Internet genre.

Capítulo 505 

Abel aun no había probado las papas que ella acababa de comer

¿Cómo podria olvidar a su hermano Abel

Iria, con las papas en su pequeña mano regordeta, se los ofreció: Abel, come totopos, son deliciosos

Justo en ese momento crucial, Abel se distrajo por un segundo con Iria

Oh no! En ese momento se dio cuenta que escribió una letra incorrecta

Abel, comeIria le dijo con su suave y tierna voz 

Abel rápidamente se comió las papas que Iria le ofrecía y continuó concentrado en ocultar su IP. Pero debido a su error anterior, dejó una falla

No tuvo más remedio que salir forzosamente

Al ver a Abel cerrar la interfaz de código con un aire de desilusión,g2 

Joel se acercó nerviosa y expectante, preguntando: Hermano, ¿lo lograste?” 

Abel asintió y luego negó con la cabeza

El dinero habia llegado a la cuenta de su madre, pero había cometido un pequeño error al ocultar la IP. Aunque no había sido descubierto aún, cuando el Departamento Técnico del Grupo Griera lo descubra… 

Las consecuencias serian… 

Abel no tenía claro lo que vendría

Pero tenia un presentimiento de que no sería bueno

Elia, en el taxi, se sentía ansiosa

Su teléfono en el bolsillo pareció vibrar, pero ella no se percató. Solo quería llegar a casa

Pronto llegó al Barrio Santa Marta

Al abrir la puerta Elia no vio a nadie en la sala. Escuchó ruidos en la cocina y se dirigió hacia allá

La comida en la sartén se estaba quemando porque nadie la estaba atendiendo

Rosalinda estaba parada junto al fregadero, en un estado de trance, con los ojos vacíos

El grifo estaba abierto, el agua llenaba el lavabo y los vegetales flotaban en él

Pero Rosalinda no reaccionaba

Elia se apresuró a entrar, apagó la estufa, cerró el grifo y funció el ceño, Mamá, ¿qué estás haciendo? Si te distraes así mientras cocinas, ¿qué haremos si se produce un incendio?” 

Rosalinda se sorprendió, como si despertara de su trance. Cuando viola Elia, evitó su mirada, avergonzada

E, Elia, has vuelto” 

Elia preguntó: ¿Dónde están los niños?” 

Rosalinda respondió: Están jugando en su habitación.” 

Al escuchar que los niños estaban jugando en su habitación, Elia se sintió aliviada

Mientras supiera que estaban seguros, se sentiría tranquila

Elia, con una expresión seria, preguntó a Rosalinda: Mamá, ¿vendiste el colgante de esmeralda que tenía en mi cajón?” 

Rosalinda pareció sorprendida por un instante, luego se puso a la defensiva: ¿Qué? ¿Vienes a reprocharme?” 

Elia suspiró, desalentada, y dijo: De todos modos, ya pasó. Dame el dinero y lo devolveré

¿Qué, qué dinero? Solo son trescientos, ¿qué se puede hacer con eso?Rosalinda evitó la mirada de Elia

**Tres millones, más bien!Elia la desenmascaró, no entendía por qué su madre intentaba ocultarlo

El colgante de esmeralda me lo dejó Asier para que lo cuidara, no podemos venderlo.Elia intentaba razonar con Rosalinda

Si Asier te lo dio, entonces es tuyo, y lo que es tuyo es mío. No tiene sentido devolverlo.Aunque Rosalinda no tenía ningún argumento para defenderse, seguía defendiéndose

De todos modos, no tengo el dinero. Dijo con la respiración pesada

Elia se sorprendió: ¿Qué? ¿Dónde está el dinero?” 

De repente, comprendió: Mamá, ¿volviste a jugar póker?” 

No, solo jugué póker un rato, incluso gané unos cientos. Invertitodo en un fondo de inversión, me dijeron que las ganancias eran muy altas. En un mes, con los intereses acumulativos, podria obtener seis millones.Rosalinda, quien no era buena ocultando cosas, lo confesó bajo la presión de Elía

El corazón de Elia se hundió. Estaba perdida, completamente perdida. Definitivamente se acabó el dinero

“¿Qué fondo de inversión puede ser tan rentable? Eso es un truco de estafadores.” Ella, angustiada, puso cara de enfadada

Rosalinda recién estaba considerando si había sido engañada, pero cuando escuchó a Elia decir eso, su estado de ánimo se derrumbó

¡Ay!sollozó, dejando que sus lágrimas fluyeran libremente

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia