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¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 646

Summary for Capítulo 646: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 646 – A Turning Point in ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia by Internet

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Capítulo 646 

Ela apartó la mirada, esquivando su contacto: Fuiste quien me pidió que hablara, y ahora que lo hice, cuestionas mis palabras? ¿Necesitas que diga que aún tengo contacto con Sergio en secreto y que todavia quiero estar con él para que te sientas satisfecho?” 

Elia se sentó en el suelo, temblando de frio, incapaz de sentir el frescor del piso de baldosas

Su lengua estaba enturecida por sus besos y la incomodidad de su cuerpo la estaba llevando al limite 

En ese momento, no le importó su miedo, la furia se apoderò de ella 

Asier la miró con una expresión helada, afilada como una hoja de hielo ¿Qué has dicho?” 

Dije que todavia quiero estar con el, estás satisfecho ahora?Elia insistió, sus ojos claros brillaban con desafio 

Ya era una presa fácil para el, en lugar de ser despedazada sin resistencia, decidió enfrentarse a él 

Asier frunció el ceño, su rostro se oscureció como un cielo antes de una tormenta, su silencio era amenazante y asfixiante 

Al ver su funa incontenible. Elia se sintió asustada y de repente se arrepintic de haberle hablado asi g2 

Pero ya era demasiado tarde 

Asier agarró su brazo y la levantó del suelo, la llevó hasta la puerta de la oficina, la cerró, y la empujó contra ella, su cuerpo grande y poderoso la aprisionaba 

Su voz era fria y sombria Lástima, nunca te dejaré tener lo que quieres 

Su rudeza hizo que su corazon latiera como un tambor, estaba aterrada: No, por favor, hay gente afuera” 

La puerta de la oficina de Asier era de vidrio, ella estaba apoyada contra ella, podia ver a Bruno acercarse, mientras Asier se enfurecia detrás de 

ella 

El terror hizo que su corazón latiera con fuerza

Que te importa eso? ¿Si Sergio no está afuera?La peligrosa y ardiente respiración de Asier soplaba en su oído, haciéndola temblar 

Sus besos siguieron el contorno de su oreja, bajando

Su poderoso aura masculina la envolvia, Elia estaba aterrada y rigida, sus manos temblaban contra la puerta de vidrio. 

Bruno se paro justo al otro lado de la puerta, y por un momento, pareció que sus miradas se encontraron. Elia se sonrojó de verguenza, y su cuerpo se enfrió de miedo

Su corazon latia como un tambor, rápido y constante

Los besos de Asier no se detuvieron, se volvieron aún más intensos

No 

Las suplicas de Elia se quedaron atrapadas en su garganta, su cuerpo se estremeció y no pudo hablar

Bruno tocó el timbre de la puerta, esperó un momento, parecia estar mirando a Elia

Ella estaba tan avergonzada que deseaba desaparecer en ese instante 

Bruno espero un momento más, pero al no recibir respuesta, se dio la vuelta y se marchó

Dentro de la oficina, Elia no estaba en una mejor situación

Después de un buen tiempo

Asier se arreglo la camisa, acicaló su apariencia elegante y distante, como si nada hubiera pasado, volvió a su escritono y continuo trabajando

Elia yacia en el sofa, con su mirada perdida, respirando con dificultad, con la mente completamente hecha un caos

Se calmó un poco, se levantó lentamente del sofa, camino hasta el escritorio, recogió los papeles y dijo, con voz temblorosa. ¿Estás satisfecho ahora? ¿Puedo imme?” 

Asier levanto la cabeza, sus ojos se encontraron con los de ella, brillantes y claros, llenos de lágrimas, mostrando su tristeza

Puedes quedarte, voy a tener hambre de nuevo esta tarde Su voz era ronca y magnética, su expresion fra no revelaba sus emociones

Sus palabras asustaron a Elia, quien se dio la vuelta y salió corriendo de la oficina 

¿lba a tener hambre de nuevo

Iba a devorarla cada vez que tuviera hambre

Sus indirectas eran claras, ¿por que Elia se quedaria si podia irse

Llegó a la puerta, intentó abrirla, pero no pudo. Estaba tan frustrada que estaba a punto de patearia

De repente, el timbre de la puerta sono y la puerta se abrió 

Elia, asustada, no se preocupó por ver quién habia pulsado al timbre, simplemente se apresurò a salir por la puerta

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