Capítulo 80
Cuando Elia y Jimena salieron del baño, se encontraron de casualidad con Asier, Rayan y Vicente Fuentes, que estaban saliendo del Club Real Galaxy Justo cuando pasaron junto a Elia, Asier le lanzó una mirada profunda, sus ojos estaban llenos de advertencias, amenazas y desinterés
Elia se sintió perturbada por esto hasta que salieron por la puerta, solo entonces su corazón se calmó un poco. Se preguntaba por qué Asier la
miraba asi
Elia no pensó mucho en ello, recogió sus cosas y continuo sirviendo a los clientes. Asier volvió al asiento trasero de su Rolls–Royce, sacó su teléfono y le envió un mensaje al encargado del Club Real Galaxy que decía: “Elia ya no puede trabajar como acompañante, si no, asumirá las consecuencias!” Después de enviar el mensaje, dejó su teléfono en el asiento del auto.
Pronto, recibió una respuesta: “Está bien, Sr. Griera, estaremos pendientes de ella.”
La que respondió fue Margarita.
Asier era accionista del Club Real Galaxy y su jefe más importante. Anteriormente habia emitido una orden que requería que todos los empleados del Club Real Galaxy usaran su propio DNI, si alguien usaba el DNI de otra persona, seria despedido. La última vez, Elia fue amonestada por usar el DNI de otra persona, por eso Asier emitió esta orden. Esta vez, Asier emitió esta orden especificamente contra Elia.
Margarita dedujo rápidamente la relación inusual entre Elia y Asier, por lo que fue especialmente cuidadosa con Elia. Le dijo a Elia: “Elia, deja que alguien más entregue los cigarrillos. Hay un jefe dificil de tratar en ese salón privado, asi que no deberias ir, deja que alguien más vaya por ti.”
“Elia, no necesitas limpiar aqui, deja que el personal de limpieza lo haga.”
Jimena también disfrutó de estos privilegios por estar con Elia. Margarita de repente fue tan amable con ellas que Elia se sintió un poco incómoda. Elia dijo: “Margarita, realmente no necesito tanto cuidado, vine aqui para trabajar. Si no hago nada, seguro que los demás van a protestar. Yo misma llevare los cigarrillos.”
Margarita acepto su solicitud, permitiéndole irse después de entregar las cosas.
Elia sonrió y dijo: “Estoy segura.”
“Bueno, entonces haré el cierre de caja asi” Dijo Margarita, “Pueden venir más temprano mañana.”
“Margarita, agradezco tu hospitalidad, pero no vendremos mañana.” Elia sonrió cortesmente, expresando su decisión.
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