Login via

¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia novel Chapter 98

Summary for Capítulo 98: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

What Happens in Capítulo 98 – From the Book ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia

Dive into Capítulo 98, a pivotal chapter in ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia, written by Internet. This section features emotional turning points, key character decisions, and the kind of storytelling that defines great Internet fiction.

Capítulo 98

Eka sintió un dolor agudo cuando Asier le apretó la mandibula. Trató de liberarse con sus propias manos.

Entre el dolor, Elia arrugó el rostro y dijo: “Sr. Griera, yo… yo solo venia a limpiar…”

¡Vaya momento que eliges para limpiar!” la apartó con enojo.

No estaba limpiando en horario de trabajo, pero apareció después de horas.

¿Acaso estaba tratando de acercarse a él cuando menos gente habia, con la esperanza de ganarse su afecto?

Antes estaba fingiendo limpiar la mesa, pero se acercaba a él constantemente, incluso se cayó en sus brazos a propósito.

¿Queria ser su amante?

¿No logró lo que quería antes y ahora estaba repitiendo sus acciones?

Lo que Asier más detestaba eran esas mujeres que intentaban obtener poder a través de su cuerpo, ¡vendiéndose a si mismas sin escrúpulos!

Elia se frotó la mandibula, tratando de aliviar el dolor.

Asier se rio friamente: “Deja de hacer tus trucos, ¡no funcionarán conmigo!”

Luego salió de la oficina.

Elia frunció el labio, sus ojos llenos de agravio.

¿Cuándo es que habia estado haciendo trucos?

Solo estaba haciendo su trabajo. Si no fuera porque la directora Fernanda le pidió limpiar la oficina de Asier después de que él terminara, ya estaria en casa con sus hijos.

No queria ver la cara del jefe ni un minuto más.

Elia vertió todas sus quejas en su trabajo de limpieza. La oficina del jefe se limpió en un abrir y cerrar de ojos.

Si pudiera recuperar las cintas de vigilancia, podria demostrar que no escuchó la conversación entre Maribel Asier, solo los vio juntos.

Cuando Elia llegó a casa, estaba agotada. Hoy habia sido un dia demasiado agotador

Tanto fisica como emocionalmente, se sentia extremadamente cansada.

“Ya volvi.”

Mamávolvistete extrañé mucho.” Iria corrió hacia ella golpeando sus pequeñas piernas, agarrándose de la mano de Elia.

El toque de su pequeña mano derritió de inmediato el corazón de Eliay ella sonrió: “¿Te portaste bien en casa hoy?

Nos portamos muy bien.” asintió Iria.

*Todos nos portamos bien.” dijeron los otros tres niños al unisono

La sonrisa de Elia se suavizó aún más, se sentó en el sofáAy, mamá está muy cansada hoy.“

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia