Capítulo 19
En la oficina, Yael no podía evitar echar miraditas de reojo hacia la oficina de Dorian.
También evaluaba a Frida con una mirada critica que le molestaba: “¿Qué pasa?, le preguntó ella con tono
molesto.
Aún tenia en mente el pequeño encontronazo que habían tenido más temprano.
Yael tampoco estaba de humor: “Vaya que entraste por la puerta trasera con bastante estilo”.
“Eso no tiene nada que ver conmigo, yo no me atreveria ni a soñar con entrar por la puerta trasera de tu jefe, fue él quien regreso a pedirme los documentos
Frida encontraba extraña la situación, recordando la reacción de Dorian cuando mencionó a Amelia, no
parecía indiferente
Pensativa, se acercó a Yael y susurro: “Oye, déjame preguntarte algo, ¿qué tal era la relación entre tu jefe y su esposa?”.
El asistente la miró de reojo. ¿Para qué quieres saber eso?”
Ella respondio Por curiosidad”.
Se acercó aún más “Vamos, dime.
Yael se nego a comentar. “No tengo idea”.
Frida no dijo nada.
Una pregunta al vacío.
“Pero… Yael la observó, tienes un buen instinto, en el pasado el señor Ferrer jamás abria la puerta trasera para nadie”
Frida indago Ni siquiera para Amelia?”
“Mejor preguntale al señor Ferrer”, dijo Yael, acariciando su barbilla, Amelia nunca buscó esa puerta trasera, ¿quién sabe si él estaria dispuesto a hacer una excepción por ella? Tal vez siempre estuvo esperando que Amelia se lo pidiera”.
“Pff’ Frida alargó el sonido, claramente incrédula.
El asistente le dijo “No lo tomes a la ligera, ¿no notaste que apenas mencionaste a Amelia, él cambió su
actitud?
Ella le lanzó una mirada burlona: “Eso no fue un cambio de actitud, ¿no fue acaso que al oir de ‘A’ quiso ir en contra de los deseos de mi Meli y hacer algo diferente? Eso muestra que tu jefe aún no supera haber sido dejado por mi Meli, le duele el orgullo”.
Yael rodó los ojos, sin ganas de discutir.
Conociendo a Dorian después de tantos años, el orgullo no era algo importante para él.
Dentro de la oficina, Dorian ya había terminado de revisar la propuesta y presionó el intercomunicador para llamar a Yael: “Haz pasar a la señorita Frida”.
Yael colgó el teléfono y se dirigió a ella: “Señorita Frida, el señor Ferrer la espera”.
Ella lo miró con recelo, luego a Dorian dentro de la oficina y finalmente se acercó y tocó la puerta.
“Adelante”
Lina voz baja y fría resono desde dentro, Frida entró
Dorian se giró a verla: “He revisado su propuesta y creo que esa zona tiene un buen potencial de desarrollo
hay espacio para colaborar
Frida, algo sorprendida, le dijo: “¿Entonces está de acuerdo en colaborar?”
Dorian respondió: “No he dicho eso
Frida no dijo nada.
Dorian continuó “Esa es solo mi opinión personal, pero la decision final de colaborar o no debe pasar por una evaluación integral del departamento de inversiones”
Frida asintió: “No hay problema”
Luego pregunto: “¿Y cuando podrían darme una respuesta?”
El dijo: “En quince días”
Frida frunció el ceño; quince dias para obtener una respuesta e incluso si se aprobaba, sumando el tiempo de negociacion de contratos y trámites, el proceso completo podría tomar un par de meses Ese ciclo era demasiado largo y estaba preocupada por Amelia.
“¿Podria acelerar un poco el proceso, pregunto, añadiendo con una sonrisa forzada, “Es que otros colegas tambien estan compitiendo por recursos de clientes y no quiero que me ganen la delantera”
Dorian levanto la mirada hacia ella: No hay problema, los negocios también dependen de la suerte. Si alguien se adelanta, eso significa que el Hotel Esencia y su empresa no estaban destinados a ser
Frida se quedó en silencio.
Sus palabras insinuaban algo claro: su interés en su distrito comercial no era tan grande después de todo
Frida no tenia claro si Dorian realmente no estaba interesado o si era parte de su estrategia de negocios. Le resultaba dificil entender lo que el pensaba y no queria parecer demasiado ansiosa, asi que se rio nerviosamente y dijo Bueno, entonces esperaré pacientemente las buenas noticias del Sr. Ferrer”
atentamente.
Frida encontró incómodo ver esa escena y después de decirle a Amelia espera un momento, colgo y sin pensarlo dos veces, tomó su teléfono y tomó una foto a escondidas.
No supo si Dorian había sentido algo, pero de repente se giro para mirarla. La intensidad en sus oscuros ojos hizo que se sintiera sorprendida y avergonzada por un instante, pero rápidamente se sereno y pretendio no haberlo visto, levantando su celular frente a su rostro, fingiendo estar absorta en su juego
Dorian se giró y le susurró a Yael: Ustedes entren primero.”
Yael asintió: “Vale.”
Pero… Carolina se detuvo a medio hablar, mirando a Dorian, como queriendo decir algo, al final no dijo nada, solo obedeció asintiendo, “Está bien.”
Al retirar la mirada, Dorian echó un vistazo involuntario a Frida, quien aún seguia ‘concentrada’ en su celular.
Luego camino hacia ella.
Frida había mantenido su mirada fija en el celular, sin prestar atención al movimiento de los demás.
Pensando que Dorian y los otros ya se habían ido, casualmente bajo el celular y miro en la dirección donde Dorian. Yael y Carolina acababan de estar apenas alcanzando a ver el rastro de Carolina y Yael desapareciendo por la entrada.
Con un gesto incómodo, Frida se tocó el pecho y al devolver la vista, su mirada barrió el celular sobre la metis que aún nostraba la foto que acababa de tomar. No sabia si era por su habilidad para capturar ef momente o
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porque la mirada de Carolina hacia Dorian era demasiado abierta y directa, la admiración y el anhelo se transparentaban sin ocultarse.
Como en sus años mozos, el malestar de Frida hacia Carolina resurgió y acostumbrada a descargarlo al instante, sin más, envió la foto a Amelia y escribió un mensaje. “Mira cómo Carolina ve a Dorian, no me crea que no hubiera algo entre ellos.”
El sonido de una notificación de WhatsApp sono y Amelia tomo su celular, viendo de inmediato la foto de
Dorian y Carolina.
En la foto, Dorian lucia su acostumbrado traje negro, impecable y ordenado, de estatura alta y porte imponente, su actitud era fria y distante como siempre. Con su altura de casi seis pies, proporciones perfectas y una presencia helada, junto con sus finos rasgos, se destacaba de la multitud, su perfil bien definido bajo la luz de la noche mostraba una frialdad cortante, era el Dorian que conocía, pero también el que le hacia sentir un dolor incontrolable en el corazón al ver su imagen.
Amelia no queria saber nada más relacionado con Dorian, incluyendo su trabajo, su vida personal o sus
avances emocionales.
Elimino la foto y respondió a Frida con un mensaje: “Ahora esta soltero, tiene derecho a elegir la vida que quiere, no te lo tomes tan a pecho.”
Tras pensarlo un momento, agregó: “En cuanto a tu trabajo, puedo darte consejos. Pero sobre Dorian, no me hables más de el, la verdad es que no quiero saber nada de su vida.
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