No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 1029

Capítulo 1029 

Aunque Mercedes todavía no entendía completamente los conflictos entre las familias adineradas de Laguna Verde, sabía que últimamente Cristal había estado apuntando contra Fernanda y el viaje al extranjero que habían realizado juntos había sido gracias a Cristal. 

Fernanda avanzó, tomó la invitación en sus manos y dijo: “Ya que la familia Borrego y Mercedes han establecido una colaboración, deberíamos ir a ver qué es lo que la Srta. Cristal quiere de nosotros esta vez“. 

Al caer la tarde, el exterior del Hotel Real estaba lleno de vida. Todos sabían que el Grupo Calderón era la nueva promesa de Laguna Verde y no solo eso, sino que también habían establecido una colaboración con la familia Borrego. Se rumoreaba que Cristal incluso heredaría los negocios de la familia Borrego. 

Aunque los recientes problemas con Francisco habían afectado al Grupo Calderón, una colaboración con el Grupo Borrego podría solucionar fácilmente los -obstáculos que enfrentaban. Después de todo, tener el respaldo de los negocios de la familia Borrego significaba que los problemas causados por Francisco no 

eran nada. 

Marisol bajó del carro y, al ver la ostentación fuera del Hotel Real, no pudo evitar exclamar: “Vaya, este despliegue de la familia Calderón es impresionante, es la primera vez que veo una cena tan lujosa en el Hotel Real“. 

En Laguna Verde, solo habían unos cuantos hoteles de renombre, pero no cualquiera podía organizar un banquete en el Hotel Real. 

Fernanda también bajó del carro detrás de ella y ajustándose el borde de su vestido azul claro, preguntó: “¿Qué te parece mi vestido?” 

Marisol lo evaluó por un momento, se tocó la barbilla y dijo: “No está mal, pero me parece familiar, ¿es el que compraste en la playa durante nuestro viaje al extranjero, cierto?” 

“¿Es ese vestido que solo costaba noventa y nueve?” 

Javier, que acababa de bajar del carro, se quedó boquiabierto y dijo: “Srta. Fernanda, tienes un gusto bastante único, ¿eh? Vistiendo ropa tan económica y aun así das una impresión internacional, ¿me enseñarías algún día?” 

Fernanda se mostró algo resignada: “No es que quisiera ponérmelo, pero no tenía 

otra cosa“. 

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11:38 

Después de bajar del avión, habían ido directamente a la Mansión Huerta y no tuvieron tiempo de buscar un nuevo vestido de gala, por lo que Fernanda tuvo que improvisar con algo que había comprado é la playa. Aunque solo había costado noventa y nueve dólares, la calidad era realmente buena. 

“El armario de la Srta. Fernanda es dos veces el tamaño de mi dormitorio, y todavia dice que no tiene qué ponerse“. 

Javier murmuró en voz baja. 

Marisol intervino: “No tienes ni idea, esas galas se usan una vez para estos eventos y nunca se pueden volver a usar, de lo contrario, la gente se burlaría“. 

“Ah? No me extraña que cada vez que veo a las damas de alta sociedad llevan ropa diferente, resulta que son de un solo so!” 

“¡Qué exageración! Esas ropa también las usamos en el día a día, solo que no podemos ponernoslas para eventos públicos como este“. 

Marisol no quiso explicar más y extendió su mano diciendo: “¡Vamos rápido! Entramos juntos, quiero ver cómo es por dentro“. 

“Si, mi adorada reina“, Javier tomó el brazo de Marisol y se dirigieron hacia 

adentro. 

Fabio también extendió su mano hacia Fernanda con una sonrisa, diciendo: “Mi princesa, permiteme escoltarte“. 

Fernanda colocó su mano en la de Fabio y, en ese momento, ambos se convirtieron en un hermoso paisaje afuera del salón de banquetes. 

Dentro del salón, la abuela Borrego, que estaba atendiendo a los invitados, al ver llegar juntos a Fernanda y Fabio, su sonrisa se desvaneció ligeramente: “¿Quién los invitó?”