No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 1164

Capítulo 1164 

“Empaca, nos vamos a Laguna Verde“. 

“¿Ahora?” Pascual dudo y dijo: “¿Pero qué haremos con San Cristóbal Alto durante este tiempo?” 

Había un traidor en San Cristóbal Alto, y la partida de Oriol en este momento podría tener un gran impacto en el Grupo Lobo. Si la persona escondida aprovechaba esta oportunidad para atacarlos mientras estaban ausentes, ¿no estarían dándole al enemigo una oportunidad perfecta? 

“Estaremos fuera solo unos días. Como el nuevo presidente del Grupo Borrego, tengo que ir y tomar las riendas, de lo contrario, no se vería bien“. 

Oriol ajustó su corbata. 

Después de obtener dificilmente el poder en Laguna Verde para enfrentarse a Fabio, de ninguna manera dejaría pasar la oportunidad de lucirse ante él. 

Pascual asintió: “Entonces reservare los vuelos ahora mismo“. 

“Ah, y recuerda llamar a los periodistas de Laguna Verde para que nos reciban en el aeropuerto. Quiero que toda la gente de Laguna Verde sepa que yo, Oriol, estoy a punto de convertirme en el nuevo presidente del Grupo Borrego, una de las fuerzas capaces de enfrentarse a Fabio“. 

“…Entendido“. 

Pascual no entendia por qué su jefe estaba tan emocionado. 

Claramente, la posición de presidente del Grupo Borrego era evidentemente la que su jefe había comprado de Fernanda. 

¿Por qué no mencionaba cuánto dinero le había dado a Fernanda? 

¿Qué tenía eso de qué alardear? 

Mientras tanto, en Laguna Verde. 

Fernanda y Javier regresaron a la Mansión Huerta, encontrando en el interior de la mansión a varios hombres capturados por Fabio y Marisol, siendo retenidos en la sala. Marisol, en ese momento, estaba apoyada en el hombro de uno de ellos con su tacón alto, diciendo: “¿Quién los mandó venir a matar, van a hablar o no?” 

“Yo, yo realmente no sé…” 

Claramente, estos hombres ya habían sido castigados por Marisol y Fabio, algunos incluso estaban golpeados hasta quedar irreconocibles. “¿No sabes? Si no hablas, voy a golpearte…” 

Marisol levantó la mano para golpear de nuevo, pero Fernanda dijo: “¡Marisol! Si sigues, alguien va a morir“. 

Uno de los hombres grandes estaba a punto de llorar por los golpes de Marisol. Fernanda se acercó, y Marisol, frustrada, dijo: “No tienes idea de lo despreciables que son! Fabio y yo los hemos interrogado toda la mañana. Dicen que fueron contratados, pero cuando preguntamos quién las contrató, dicen que no saben. ¡Me tienen furiosa!” 

Fernanda miró a los hombres atados y preguntó: “La orden que recibieron, ¿fue matarme o llevarse el acuerdo de acciones que tengo?” 

“Ambas cosas…” 

Uno de los hombres apenas se atrevía a levantar la vista. Fernanda, viendo que este era el más golpeado, se acercó y preguntó: “¿Eres su líder?” 

“…Si“. 

“¿Y cómo se realizó la transacción con ustedes?” 

“Nos pagaron por internet,”. 

“Entonces no me digas que ese uniforme es el equipo estándar de su compañía de matones“. 

Fernanda había visto antes a personas con máscaras en San Cristóbal Alto y los matones frente a ella usaban máscaras idénticas a las que había visto antes en el Hotel Paraíso Tropical. 

“Nos los da la compañía… nosotros solo tomamos órdenes“. 

“¿Dónde está esa compañía?” 

Frente a la pregunta de Fernanda, el hombre míró a Fabio. 

Estas eran preguntas que ya había respondido antes. 

Fabío dijo con indiferencia: “En Pasaje de los Sueños 144, ya envié gente“. 

“¿Y no encontraron nada?” 

“Se fueron, y no había nadie“. 

Al obtener esta respuesta, Fernanda no pudo evitar sentirse inquieta. 

La otra parte actuaba con tanta precaución que parecia que la persona detrás no era alguien con quien se pudiera tratar fácilmente.