No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 179

Capítulo 179 

Marisoltid suavemente de la mano de Femanda, como si no estuviera tranquila y 

Femanda respondió: “Volveré mañana por la noche“. 

“Entonces te esperaré en casa“. 

“Está bien“. 

Al ver que Femanda iba a irse, Enrique levantó un pedazo de postel y se lo ofreció a Femanda. 

Enrique dijo. “Recibir un regalo y bendiciones tan maravillosas de ti es el mejor regalo, por eso, el primer pedazo de pastel de mi cumpleaños tiene que ser para ti“. 

Fernanda aceptó el pastel: “Está bien“. 

Mirando la figura de Femanda alejándose, Enrique abrió la caja de regalo y vio un reloj en su interior. 

Una sonrisa de alegria cruzó su cam, y luego lo colocó culdadosamente en su muñeca 

Fernanda salió de la casa Huerta con Carlos. 

Carlos dijo: “Señora, no deberia pelear con el Sr. Borrego. Estos últimos días, el Sr. Borrego ha estado muy preocupado por usted“. 

¿Preocupado por mi?” 

Femanda sonrió como si hubiera escuchado un chiste: “Mejor que se preocupe más por Lorena, que estará en la cárcel”. 

Pedro ya había hablado con la gente de adentro, y aunque solo fuera encerrar a Lorena por unos días, ella no la pasaría bien en la edreel. 

Todo había llegado a este punto por culpa de Lorena, que había tratado de dañar a otros y había terminado dañándose a si misma. 

Al llegar a la casa Borrego, Carlos se fue. 

Femanda abrió la puerta de la habitación, vio que estaba completamente oscuro y funció el ceño, iba a encender la luz, pero antes de que pudiera tocar el interruptor, alguien la presionó contra la pared. 

Femanda se sobresaltó y, por instinto, golpeó al otro con el codo 

Inmediatamente escucho un gemido ahogado y Sebastián frunció el ceño: “Say yo“. 

En la oscuridad, Femanda no podia ver la expresión de Sebastián, pero sintió que su tono estaba lleno de reproche. 

Encendió la luz inmediatamente, lo que hizo que Sebastián entreceara los ojos. Femanda dio un paso atrás, manteniendo una distancia segura de Sebastián. 

“¿Por qué me llamaste a casa esta noche, qué pasa?” 

Estos últimos dias, Sebastión habia estado llamándola a casa todo el tiempo. 

Nunca antes Sebastián habia mostrado tanto interés por ella. 

“¿Has estado viviendo en la casa Huerta estos dias?” 

“S“. Fernanda fue directa y al grano: “¿Qué pasa? ¿El espia que enviaste no te lo dijo?” 

Sebastián abrió la boca, enviar a alguien a vigilar a Fernanda era exactamente lo que habia hecho, no tenia forma de negarlo. 

Fernanda continuó: “No me gusta que me vigilen, y tú no tienes derecho a hacerlo. Nuestro matrimonio fue un acuerdo comercial, sin ningún sentimiento involucrado“. 

La voz de Sebastián contenía una im apenas disimulada: “Sin ningún sentimiento? ¿No fuiste tu quien se enamoró de mi y me insistió para casamos, usando los recursos de la familia Sierra como ficha para casarte conmigo?” 

Fernanda se sintió exasperada: “Ya te lo dije antes! Eso fue en el pasado, ahora ya no me gustas!”