No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 552

Capítulo 552 

Fernanda acababa de cruzar la puerta de la casa de la familia Borrego cuando escuchó el sonido de algo rompiéndose contra el suelo, una taza de té se habia estrellado justo a su lado. 

Alli estaba la abuela Boggo, sentada en el sofá, mientras Sebastián, vestido de traje negro, se mantenia erguido frente a ella, soportando el regaño sin mostrar emoción alguna en su rostro. 

La abuela Borrego soltó una nisa fria y, mirando a Sebastián, le dijo con sarcasmo. “Sebastián, sé que estás ocupado con el trabajo, pero también debenas cuidar de tu hogar. ¿Cuántos dias hace que no ves a tu esposa? Ahora ella ni siquiera vive aqui, se mudó a otro lugar. Deberías prestar más atención, de lo contrario, ni te enterarás si se va con otro 

Escuchando estas palabras agudas, Fernanda sonrió y se acercó diciéndole a la abuela Borrego con una sonrisa: “Abuela, ¿por qué está tan brava? ¿Qué ha pasado exactamente?” 

La abuela Borrego miró de reojo a Femanda, llena de sarcasmo dijo: “Mejor no me llames abuela, Srta. Fernanda. Como antes, lámame señora Borrego“. 

Fernanda miró hacia Sebastián y preguntó: “Sebastián, qué he hecho que abuela se enoje tanto? ¿Has hecho algo para molestaria?” 

Sebastián permaneció en silencio por un momento, su mirada hacia Fernanda estaba cargada de un significado profundo. 

Esa mirada claramente decla, esto tenía que ver contigo. 

Femanda, fingiendo no haberlo notado, se giro hacia la abuela Borrego y dijo: “Abuela, no te enojes, Sebastián y yo, aunque nos hemos separado, nuestra relación es muy sólida. Sebastian definitivamente no va a andar con otras“. 

Dicho esto, Femanda se acercó cariñosamente al brazo de Sebastián, como si quisiera demostrarle a la abuela Borrego cuán amorosa era su relación. 

La abuela Borrego observó esta escena, sintiéndose aún más frustrada. Esta vez no se contuvo más, se levantó y apuntando a Femanda dijo: “Femanda“¿Tienes el descaro de seguir fingiendo delante de mi? Sebastián ha sido muy bueno contigo! ¿Y tú? Sales a buscar jovencitos!” 

Femanda miró a la abuela Borrego confundida, con una expresión de agravio, dijo: “Abuela, eso sin pruebas, no puedes difamarme asi delante de Sebastián. 

“¿Quieres pruebas? Blen, aquí tienes las pruebas!” 

La abuela Borrego sacó todas las fotos de su bolso. 

Al ver esas fotos, hubo un destello casi imperceptible en la mirada de Sebastián. 

La abuela Borrego dijo. “Femanda, miralo tú misma, ¿no te da vergüenza?” 

Femanda miró hacia esas fotos, pero su sonrisa se hizo más profunda, y dijo: “Abuela, entonces es por esto por lo que me has malinterpretado“. 

“¿Malinterpretar? ¿Tienes la cara de decir malinterpretar? Dime ahora mismo frente a Sebastián quién es este jovencitol” 

La abuela Borrego estaba siendo muy insistente, mientras Fernanda sostenia las fotos en su mano y replicó: “Abuela, asi que mandaste a alguien a seguirme?” 

La abuela Borrego se sintió algo culpable, pero respondió con femeza: “Si no te siquiera. ¿cómo ba a descubrir tus trucos succs?“. 

“Abuela, sé que no te alegra que yo y Sebastián nos hayamos reconciliado, por eso buscas pruebas para demostrar que he sido infielly as lograr que Sebastián y yo nos divorciemos. As Incluso si me divorcio, no recibiré ni un centavo, ¿verdad?” 

Al versus intenciones expuestas directamente por Fernanda, la abuela Borrego se sintió un tanto deshonrada, pero respondió frlamente: “Si has hecho algo malo, es tu culpa no recibirnada en el divorcio por no haber sido fiel“. 

Abuela!” 

Sebastián funció el ceño, y la abuela Borrego, sabiendo que el corazón de Sebastián estaba con Fernanda, suavizó un poco su tono, pero siguió exponiendo las consecuencias: “No es que no te de una oportunidad, si expongo lo tuyo con ese hombre, prepárate para ser despreciada por todos. Y te aseguro, nadie querrá casarse con una mujer tan deshonrada como tu“. 

“Basta!” 

Sebastián intervino triamente, rompió las fotos que tenia en la mano por la mitad y las tiró a la basura 

La abuela Borrego no esperaba que su nieto, apesar de saber que Femanda tenia a otro hombre, la defendiera así, y su rostro se oscureció de 

Inmediato: “Sebastián… 

“Abuela, confio en Femanda. Pase lo que pase, ella es mi única esposa“. 

Sebastian tomó la mano de Fernanda y la abuela Borrego insistió: “Sebastian ¡No puedes querer a una mujer que mancha el nombre de la familial ¿Cómo edes ser tan ingenuo? ¿Como voy a enfrentarme a nuestros ancestros con esto?”