No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 791

Capítulo 791 

Desde los ojos helados de Sebastián, Lorena sintió brotar un miedo incontrolable, y aunque intentó huir instintivamente, fue atrapada por Sebastián, quien la jaló del cabello, arrastrándola de vuelta a la cama. El cabello de Lorena fue jalado con fuerza, arrancando varios mechones. 

Lorena gritó de dolor, pero Sebastián no tenia intenciones de liberarla, en cambio, sacó una cuerda de nylon que había preparado con antelación de debajo de la cama, 

“Sebastián… ¿qué vas a hacer? ¿Vas a… mmh!” 

Antes de que Lorena pudiera terminar de hablar, Sebastián le selló la boca con cinta adhesiva. Lorena se debatía, solo podía mirar impotente, cómo Sebastián la ataba a la cama. 

“Mmh! Mmh!” 

Incapaz de hablar, Lorena solo podia emitir gemidos ahogados, llenos de desesperación. Sebastián cerró todas las ventanas de la habitación, dejándola en penumbras. Llena de miedo, Lorena temblaba atada firmemente a la cama, sin poder moverse. 

Sebastián dijo friamente: “Desde hoy en adelante, serás la Sra. Borrego aqui. Vendré todos los días a alimentarte y darte de beber, pero no verás la luz ni a nadie más“. 

“Mmh!” 

Mientras miraba a Lorena luchar desesperadamente, Sebastián no mostraba ni un ápice de compasión: “Tranquila, no te dejaré morir tan rápido. Matarte seria darte una salida fácil; quiero que vivas, pero que vivas peor que si estuvieras muerta“. 

Lorena sintió un frio mortal mientras Sebastián se daba la vuelta y salía de la habitación, dejándola sola en la oscuridad, incapaz de moverse y con la boca sellada con cinta, invadida de miedo. No podía imaginar cómo Sebastián la trataría en el futuro, ni como seria su vida en la familia Borrego. 

Por otro lado, Fernanda ya habla regresado a la Compañia Global Andina para retomar el control. 

Dentro de la Compañia Global Andina, la gente miraba a Femanda de forma extraña al verla entrar. Fernanda estaba acostumbrada a esas miradas, pero cuando Pablo Guerra bajo del ascensor del director, casi corrió hacia ella. 

Después de unos dias, Pablo parecía más delgado y con rasgos más marcados. Llevaba un traje blanco y ya no parecia un actor, sino más bien un director con éxperiencia. 

“Gracias a ti y a Ana por estos dias,” 

Pablo, al ver a Fernanda con un atuendo completamente diferente, se emociono, pero solo logro decir. “Me alegra que estés bien“,