No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela novel Chapter 871

Capitulo 871

Pascual asintió afirmativamente, “Ni una palabra“. 

“¿No suplica? ¿No pide nada?” 

Pascual negó con la cabeza. 

Oriol perdió instantáneamente el deseo de trabajar y permaneció en silencio por un momento, luego preguntó, “¿Crees que lo está haciendo a propósito?” 

“¿A propósito?” 

“¿Se dejó capturar por mí a propósito, realmente queriendo descubrir algo de

Capítulo 87 

“…no puede ser, dijo Pascual. “Según la información que obtuvimos antes, hay una gran posibilidad de que Fernanda haya recaído con nuestro nuevo tipo de droga. Una vez que la pruebas, es imposible dejarla, y mucho menos si es una recaida“, 

“Tienes razón“. 

Oriol tomó el periódico de nuevo y dijo: “Fernanda solo está tratando de hacerse la interesante. No quiere admitir que no puede lidiar con su adicción y le da vergüenza pedirme ayuda, así que simplemente tomó la oportunidad que le di para volver con nosotros de manera voluntaria“. 

“El jefe tiene razón“. 

“Hagámosla pasar un mal rato. Si pide verme, dile que estoy ocupado“. 

“…entendido“. 

Pascual se retiró rápidamente. 

Ya eran las ocho de la noche y la cena había sido preparada en la cocina y enviada al cuarto de Fernanda. 

Fernanda miró el carro de la comida lleno de platos deliciosos y asintió satisfecha. 

Filete de salmón, foie gras de cereza, filete mignon, sopa cremosa de maíz… 

“Sra. Rivera, esta es su cena“. 

“¿Hay comida mexicana? Quisiera pozole, enchiladas, churros, y también una sopa. Ah, y no me gusta la zanahoria, pero lo demás está bien“. 

“Claro, Sra. Rivera, ahora mismo le preparamos eso“. 

La empleada se retiró rápidamente, pero en la puerta se encontró con Pascual, quien la detuvo con una mirada sombría y preguntó: “¿Quién les dijo que prepararan una cena tan lujosa?” 

“¿Cómo?” La empleada se quedó confundida. “¿El Sr. Lobo no nos ordenó esta mañana que preparáramos algo especial…?” 

“Sal de aquí“. 

…sí. 

Cuando Pascual volvió a mirar hacia Fernanda, ella ya había empezado a disfrutar del filete, comentando mientras comía: “El cocinero de la familia Lobo es muy bueno, ¿vino desde San Cristóbal Alto?” 

“Sra. Rivera, ahora es una prisionera, por favor tenga en cuenta su situación“. 

“¿Prisionera? Pero recuerdo que cuando Oriol me trajo a la familia Lobo, le dijo a la Srta. Mercedes que… yo era una invitada especial. Y los invitados especiales, normalmente, merecen un trato especial“. 

Femanda tomó un sorbo de té y continuó: “Además, vine aquí por mi propia voluntad. Si es necesario, todavía podemos hablar de negocios“. 

“¿La Sra. Rivera desea ver al jefe?” 

“No es necesario, solo recordé que la empleada Tula que me atendía antes era bastante buena. ¿Ella también vino?” 

Fernanda lo mencionó casualmente y Pascual dijo secamente: “Está aquí. Si la Sra. Rivera la necesita, puedo hacer que la traigan“. 

Fernanda dijo: “Me da miedo dormir sola por las noches, y ustedes cerraron todas las puertas y ventanas. ¿Podrían dejar que una empleada duerma conmigo? No debería haber problema, ¿verdad?” 

Pascual contuvo la respiración y dijo: “Es posible“. 

“Eso está bien“. 

Al ver que Pascual todavía estaba en la puerta, Fernanda frunció el ceño y preguntó: “¿Qué haces aún aquí? Llama a