Ambos respiraban agitados, estaban furiosos.
*TU… apartate!” Carol, con la cara roja de furia, trataba de empujar para alejarlo.
Aspen se mantenia firme, sintiendo como si garras de gato tasquñaran supecho.
Comportate!”
“Si no te apartas, voy a gritar, Déjame en paz, sinvergüenzal”
Ella intento golpearlo, pero Aspen agarró su muñeca y la levantó sobre su cabeza.
Ella intentó patearlo, y Aspen se incliné hacia adelante, inmovilizandola.
Carol, furiosa y avergonzada, gritó, “Auxilio… mmm…!”
Aspen colocó su otra mano sobre la boca de Carol, silenciándola.
“Callate! Admito que te estaba siguiendo, pero no fue por ti, fue por Miro. A Miro le gusta lo que cocinas, y quería ver qué ingredientes y condimentos usas.”
Habia seguido a Carol todo el dia por esa razón.
Carol sacudia la cabeza intentando liberarse, y Aspen le advirtió,
“Puedo soltarte, pero si te atreves a gritar, te taparé la boca de nuevo.”
Al soltarla, Carol no gritó, sino que lo confrontó, todavía estaba enojada,
“¡Estás loco! Si querías saber qué ingredientes y condimentos uso, solo preguntame! ¿Acaso no puedes hablar o qué? ¡También podrías haberme mandado un mensaje!”
Aspen estaba aún más enfadado,
“¿Acaso me hubieras respondido si te preguntaba? ¡Hoy en cuanto me viste me dijiste que me largara!”
“Yo… ¿por qué te dije que te largaras? ¿No tienes ni idea por qué?”
“¿Qué debería saber? ¡Solo te ayude!”
“¿Estás diciendo que te devolví el favor con traición? ¿Qué derecho tienes para decir eso? ¡Te diré! Con lo que pasó hoy en ese edificio abandonado, ya es mucho que no te haya matado. Solo no lo hice pensando en que si tú mueres, Miro se quedaría huérfano.”
“¿Así que ahora quieres matarme? ¿Eso no es traición? ¿Qué estaba haciendo yo en ese edificio abandonado hoy? ¿Si no era para salvarte, por qué iba a ir allí?!”
“¡No necesito que me salves!”
Aspen estaba tan enfadado que casi no podía respirar.
“He visto mujeres irracionales, pero nunca alguien tan malagradecida como tú. ¡Si lo hubiera sabido, no te hubiera salvado y te hubiera dejado que te arruinaran!”
Él creía que no le había hecho nada imperdonable a Carol.
Justo cuando no sabía cómo resolver la situación, su teléfono comenzó a sonar.
Sabía que debía ser Tania llegando con los tres pequeños.
Pensando en sus hijos, los ojos de Carol se abrieron de par en par y su corazón saltó a su garganta.
Al ver su reacción, Aspen entrecerró los ojos, “Contesta la llamada.”
Carol negó con la cabeza, negándose frenéticamente.
14:06
Capitulo 175
Cuanto más lo hacía, mas Aspen sospechaba que había algo sospechoso en esa llamada
Él extendió la mano directamente a su bolsillo
Carol exploto, Qué sinvergüenza eres, qué haces?! ¡No me toques?
A través de la delgada tela de su ropa, Aspen sintió la caliente piel de ella, una chispa paso por la comisura de sus ojos, y retiró rápidamente la mano.
Comments
The readers' comments on the novel: ¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo Novela