Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio novel Chapter 168

Capítulo 168 

Emiliano se quedó helado unos segundos y dijo: -¿Cómo? Hace un momento en el cuarto privado le preguntábamos a Leo cuándo van a tener hijos y nos dijo que depende de ti. Esto se lo dijo a Natalie, era obvio que Leonardo aún no les había contado lo del divorcio. Natalie frunció el ceño, no entendía por qué Leonardo les ocultaba esto. 

Pero no tenía nada que ver con ella, miró a Emiliano y le dijo con calma: -Nos divorciamos, el certificado de divorcio ya lo tenemos. 

Emiliano, que normalmente era muy bueno animando el ambiente, en ese momento sólo pudo sonreir embarazosamente. 

-Entonces no les molesto, voy a entrar. 

Tras decir esto, Emiliano se dirigió directamente al cuarto privado. 

Apenas entró al cuarto privado, Emiliano miró a Leonardo y le dijo: -Leo, no nos dijiste que tú y Natalie se divorciaron, ¿no nos estás tratando como hermanos o qué? 

Leonardo y Fausto lo miraron al mismo tiempo. 

Leonardo tenía frialdad en los ojos, -¿Dónde has oído eso? 

Emiliano se sentó y dijo, -¿Dónde? Cuando fui al baño, vi a la chica que he estado cortejando últimamente, así que me acerqué a saludarla, no me di cuenta de que la persona con la que estaba cenando era Natalie, y la llamé cuñada… Ella dijo que ya tenían el certificado de 

divorcio… 

Leonardo se levantó y salió del cuarto privado. 

Emiliano suspiró y le dijo a Fausto, que permanecía callado: -Desde que Matilda regresó, pensé que su matrimonio no duraría, no esperaba que se divorciaran tan pronto. 

La mano de Fausto a su lado se tensó involuntariamente. 

No era raro que Leonardo se atreviera a ser así, porque se divorció de ella. 

Estaba descontento con el comportamiento de Leonardo, pero inconscientemente estaba encantado, ya que Leonardo no la amaba, ¿tenían alguna posibilidad? 

Leonardo salió del cuarto privado y vio a Natalie y Lucía. 

Caminó rápidamente hacia ellas, sin calidez en sus ojos. 

Natalie estaba a punto de pellizcar su comida cuando de repente sintió un escalofrío en el cuello. Se dio la vuelta y vio a Leonardo caminando rápida y airadamente hacia ella. 

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Frunció el ceño y acababa de dejar los palillos cuando Leonardo se acercó a ella. 

-Natalie, tengo algo que decirte. 

Natalie frunció los labios, impotente, -¿No puede esperar a que termine de cenar? 

Apenas dijo Natalie, Leonardo le arrancó la muñeca. 

-¡No!¡Ahora mismo! 

Lucía que estaba al otro lado de la mesa, dijo furiosa: -¡Suelta a Natalie o llamo a la policía! 

Leonardo llevó a Natalie sin mirar a Lucia. 

Lucía estaba a punto de perseguirlos, pero Natalie se volvió hacia ella y negó con la cabeza. 

Esto era entre ella y Leonardo y no quería que nadie se involucrara.