Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio novel Chapter 285

Capítulo 285 

+15 BONUS 

Se encontró con Tina en la entrada del ascensor y sonrió al verla. 

ry 

-Es cierto que una mujer que se nutre de amor se muestra diferente, te ves evidentemente mejor que antes. 

La cara de Natalie se enrojeció un poco y miró con odio a Tina. 

-¿Qué tonterías estás diciendo? 

Tina enarcó una ceja, —Eso es bastante raro, te pones tímida, pero me refiero a que reconciliaste con Leonardo. ¿En qué piensas? 

Natalie: 

– 

Al ver que no decía nada, Tina continuó burlándose de ella. 

-¿En qué pensabas? Te sonrojas. 

-¿Estás muy libre? ¿Por eso hablas tanto? 

te 

Tina agitó rápidamente la mano y dijo: -¡No hablo más, aún me queda mucho trabajo por 

hacer! ¡No me des más! 

-Por cierto, ¿te sigue cortejando Omar estos días? 

Tina negó con la cabeza, -Ya le he rechazado, últimamente no me ha molestado, así supongo que se habrá rendido. Además, ahora estoy hablando con otro chico. 

Natalie se sorprendió, -¿Quién? 

Es secreto y te lo contaré si salimos. 

Natalie dejó de preguntar. 

que 

Cuando bajaron y vieron el coche de Leonardo en la acera, Tina se despidió de Natalie y se fue. 

Natalie se acercó y abrió la puerta del coche, vio un ramo de flores en el asiento, era su favorito girasol. 

Ella se sorprendió, no esperaba que Leonardo le regalara flores. 

-Gracias, ¿cómo sabías que los girasoles son mis favoritos? 

Leonardo parecía tranquilo, -Siempre solías poner girasoles en jarrones en la mesa del comedor y en el salón del chalet de El Palomar. 

Natalie sonrió, no sabía que él se había dado cuenta, pensaba que nunca prestaba atención a esos detalles. 

+15 BONUS 

Media hora más tarde, el Maybach negro entró en la Mansión de Armonía. 

Ya había un Rolls Royce gris aparcado en el parking, y después de que el conductor detuviera el coche, Natalie y Leonardo salieron de él. 

Natalie y Leonardo bajaron del coche y entraron en el salón, donde Tadeo estaba sentado en el sofá charlando con Josefina. 

Al ver a Natalie y Leonardo, se le borró la sonrisa de la cara, se levantó y le dijo a Josefina: Abuela, ya llegaron Leo y Natalie. Voy a pasear un rato por el jardín, que te acompañen a 

charlar. 

Josefina sonrió y asintió, -Vale, ve tú. 

No sabía si era una ilusión, Natalie sentía que Tadeo la miraba con profundo significado. 

Cuando Tadeo se fue, Leonardo llevó a Natalie a sentarse frente a Josefina. 

Al ver sus manos entrelazadas, Josefina sonrió, -¿De verdad se reconciliaron? 

Leonardo levantó una ceja, -Sí. 

–