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Capítulo 581
Natalie, ven conmigo.
Natalie se molestó y antes de que pudiera decir nada, Fausto se paró delante de ella.
-Leo, Natalie es mi novia ahora, por favor, aléjate de ella.
-¡Hala!
Una risa fría salió de la garganta de Leonardo mientras miraba a Fausto con ira en los ojos.
-Fausto, ¿estás seguro de que quieres arruinar nuestra amistad de diez años?
Fausto no dijo nada, sólo lo enfrentó fríamente y le respondió con silencio.
-¡Bueno, a partir de hoy ya no somos amigos, sino desconocidos!
Natalie frunció el ceño y no dijo nada.
-Bien.
Al instante, la temperatura a su alrededor cayó en picado hasta el punto de congelación.
Leonardo miró a Natalie que estaba detrás de Fausto y le dijo: —¡Vuelve conmigo!
Natalie apretó los labios mientras lo miraba a los ojos fríos y furiosos.
-Señor Ramos, mi novio me llevará a casa.
En la mirada de Leonardo no había calidez y dijo: ¿Seguro que quieres que el Grupo Ruiz quiebre por tu culpa? 1
El rostro de Fausto cambió, miró a Leonardo y dijo con indiferencia: —Leonardo, Grupo Ruiz no es tan frágil y no quebrará fácilmente.
-¡Entonces puedes intentarlo!
Ambos se miraban con ojos fríos, llenos de firmeza.
-¡Ya basta! ¿Qué más puedes hacer excepto amenazarme con esto?
Natalie respiró hondo para reprimir su ira y miró a Leonardo con decepción, —No voy a dejarme amenazar más por ti. Si insistes en dejar quebrar al Grupo Ruiz, venderé MY para inyectar capital al Grupo Ruiz, y mi 10% de acciones en el Grupo Ramos, ¡también las venderé todas para el Grupo Ruiz!
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Leonardo no esperaba que las acciones que le había devuelto cuando recuperó el Grupo Ramos, ella las usaría para Fausto.
¡Natalie! Te atrevas a hacer eso porque me gustas!
¡Si! Puedes elegir renunciar a mf, ¡mejor que torturarnos mutuamente! -Natalie miró friamente a Leonardo con los ojos enrojecidos.
Leonardo se quedó callado unos segundos y de repente dijo: -¡Natalie, tú no eres la única para mi!
Se dio la vuelta y se marchó, el Maybach se alejó a toda velocidad y pronto desapareció.
Fausto giró la cabeza para mirar a Natalie y susurró: -Te llevo a casa.
Natalie bajó los ojos, incapaz de ver sus emociones.
-No hace falta, voy a tomar un taxi.
Dicho esto, Natalie pidió un taxi y se marchó.
En los días siguientes, Leonardo no apareció frente a Natalie, pero la noticia de que empezaba a ir a citas se extendió por todo Monteflor, y se comentaron sus peticiones. 1
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