Capítulo 1270
Estaban en su casa, y todos los ancianos, incluida su cita a ciegas, estaban allí.
Sin embargo, estaban aquí.
Ella no pudo evitar tratar de alejarlo, pero el hombre no la dejó ir. Profundizó el beso, deslizando su lengua dentro de su boca, dejándola tomar todo su aliento.
Las largas pestañas de Ruka temblaron y su mente se quedó en blanco y confusa. Aparte de sentir su beso ardiente, su mente ya no estaba libre para pensar en otras cosas.
Comments
The readers' comments on the novel: ¿Tuvimos un hijo