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Capítulo 2134 La mañana siguiente
Willow se apoyó en Jasper, quien también había visto sus pensamientos. La tomó en brazos y se dirigió a la villa.
Una vez dentro, descubrieron que las criadas y el chef se habían ido para respetar su necesidad de privacidad. Jasper la llevó al sofá y la miró, preguntándole en broma: "¿Tus piernas todavía son como gelatina?"
Deseó que la tierra se la tragara, avergonzada por la inesperada debilidad en sus rodillas después de un beso.
"¿Necesitas ayuda para llegar a tu habitación?" preguntó de nuevo.
Tragando saliva, Willow miró a Jasper. Ella notó que se veía diferente a esta mañana. Sus ojos apasionados y profundos ahora estaban llenos de un fuerte deseo que intentaba contener.
Haciendo acopio de valor, de repente le rodeó el cuello con los brazos. Sus labios rojos rozaron su oreja mientras susurraba: "Esta noche quiero ser tuya".
Su cuerpo se tensó en respuesta. Sabía que esto era inevitable, pero se preguntó si ella se estaba apresurando demasiado. "¿Está seguro?" —dijo con voz áspera, temiendo que ella pudiera arrepentirse.
Con una ceja levantada, ella le aseguró: "No te preocupes. Te lo compensaré".
Las palabras de Willow dejaron a Jasper momentáneamente sin palabras, pero luego se rió entre dientes. "Eso es tranquilizador. Muy bien, señorita Presgrave, será mejor que me cuide bien por el resto de su vida".
Ella se arrojó en sus brazos. "Deja de burlarte de mi."
Dicho esto, la llevó escaleras arriba hasta el dormitorio. Cuando entraron a la habitación, ella pidió: "Mantén las luces apagadas".
Jasper obedeció y mantuvo la habitación a oscuras. Colocó suavemente a Willow en la cama y antes de que ella pudiera comprender la situación, sus labios se encontraron con los de ella fervientemente. Justo cuando había recuperado sus fuerzas, otro beso intenso la dejó débil. En la habitación con poca luz, todos sus sentidos estaban a toda marcha.
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