Login via

La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 133

Summary for Capítulo 133: La Obesion del ceo por Maricel98

Chapter Summary: Capítulo 133 – La Obesion del ceo por Maricel98 by Internet

In Capítulo 133, a key moment in the Internet novel La Obesion del ceo por Maricel98, Internet delivers powerful storytelling, emotional shifts, and critical plot development. This chapter deepens the reader’s connection to the characters and sets the stage for upcoming revelations.

Belinda

Siento el dolor mas inmenso que he sentido en mi vida. Mi respiración está agitada y mi abdomen me duele.

Me aferré a la mano de Fernando la cual está entrelazada con la mía.

—Mi amor tú puedes hacerlo.

Cuándo voltee la vista me percate de que también Emiliano se encuentra aquí acompañado de mi partera y algunas enfermeras quienes la asisten.

—Vamos Bell —Me anima Emiliano

Ejerzo presión en la mano de Fer y comienzo a pujar con todas mis fuerzas, llevo más de media hora intentándolo sin obtener resultados.

Mi presión se subió a las nubes cuando escuché ese disparo, pero gracias a Diosito mi esposo resultó no herido sino Tamara quien recibió un disparo en el pecho el cual fue mortal.

De hecho dos policías están esperando a Fer para que de su de los hechos, pero él les aclaro que no se perdería declaración el nacimiento de sus hijos.

Salí de mis pensamientos cuando escuche un llanto. En ese instante observe que la partera tomó entre sus brazos a un bebé pequeño y se lo entrego a Fernando entre sus brazos mientras corta el cordón umbilical.

Él acercó al pequeño a mi lado y me percaté de que su pequeño cuerpecito tiene un tono rojo, está repleto de cabello oscuro y sus ojos son color azul.

—Nuestro Maxi—Tome su pequeña manita

—Bien papás deben llevar al bebé a observación y debemos proseguir con el parto.

Luego de unos cinco minutos de un gran esfuerzo logre dar una luz al segundo bebé. Debo admitir que fue más doloroso que el anterior.

—¿Qué es? —Pregunto emocionado

—Niña —Me responde Emi con una sonrisa dibujada en su rostro.

La doctora le entrego a nuestra hija a mi esposo y está la cerca a mí. No sé quien está llorando mucho más, la bebé, Fer o yo.

Observó que sus ojos son una mezcla entre verde y marrón como lo tenía mi madre y ahora lo tengo yo. Está cubierta de cabello oscuro y su piel es pálida como la de Fer.

—Nuestra princesa pequeña ¿Cómo la nombrarás?

—Elizabeth

—Elizabeth y Maximiliano Valencia Galván.

***

Acabo de despertar hace más de diez minutos y de inmediato solicité que me traigan a mis pequeños.

Quien me está acompañando es Ángela junto con mi tío quienes están cargando a Maximiliano quien fue el primero en alimentarse mientras yo alimento a Elizabeth.

Mi pequeña Ellie es bastante glotonsita.

Los conozco hace un par de horas y siento que se han convertido en mi mundo enteró.

—Ver a Ellie es como ver a Sara —Dice mi tío con orgullo

Reí —Si es hermosa

—Y este campeón no se queda atrás —Ángela deja un beso en el cabello de Maxi

—Afuera se están peleando por verte, Belly.

Fuimos interrumpidos cuando entra mi esposo con el pobre de John y otro empleado quienes están cargando varios globos y osos de peluche. Fer por su parte trae un ramo de rosas y lo coloca en la mesita.

—¿Cómo están mis amores?. —Él deja un beso en la mejilla de Maxi para después acercarse a nosotras y dejar un beso en mis labios y en la frente de Ellie.

—¡Es una glotona!

—No tiene a quien salir —Bromea —Tengo dos noticias, Meg y Aarón te envían dibujos y te están preparando un pastel junto con Gabriela; y papá adelanto su vuelo.

—Muchas felicidades, pero ya me tengo que ir —Habla Ángela

—Muchas gracias por venir a los dos.

—Estaré muy al pendiente de mis sobrinos y tú —Mi tío deja un beso en mi mejilla luego saluda a Fer y le entrega al bebé.

—¿Estás feliz? —Le pregunté

—La felicidad no se parece a lo que siento. —Él deja un beso en la mejilla del dormilón

—¿Ya declaraste?

—Así es y me ayudaron las cámaras de seguridad

—¿Tamara está bien?

Él niega con la cabeza —Murió de camino a la clínica, la bala impactó en su corazón.

—No puedo decir que lo siento.

—Esa demente ya está pagando todo el daño que nos causa, princesita.

—No quiero pensar en que algo les hubiera ocurrido. Seven tan inocentes y vulnerables.

—Nada les ocurrirá a nuestros pequeños—Él deja otro beso en mi mejilla —Los cuidaré muy bien a los tres, bueno cinco.

Reí —Eres consciente de que tienes cuatro hijos. Te esperan noches sin dormir ni sexo.

—Eso ya lo veremos, princesa.

***

Capítulo 133 1

Verify captcha to read the content.Verify captcha to read the content

Reading History

No history.

Comments

The readers' comments on the novel: La Obesion del ceo por Maricel98