La Obesion del ceo por Maricel98 novel Chapter 27

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What Happens in Capítulo 27 – From the Book La Obesion del ceo por Maricel98

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En este instante estoy abrazada a mi pequeño. Él le pidió a mi tío pasar la noche en la casa de su abuela y este acepto.

Todas las mañanas mi tío lo lleva al colegio y luego se va a trabajar entonces su esposa lo recoge al mediodía y lo trae de regreso acá para que mi abuela lo cuide.

Cumplí con mi palabra y le compré un gran helado hoy para compensar que ayer no pude pasar el día con él.

-Sigues muy enojado conmigo solecito

-Le pregunto mientras acaricio su cabello

Él niega con la cabeza

-¿Estás muy calladito? ¿Paso algo que yo no sepa?

Él vuelve a negar con la cabeza lo cual me resulta muy extraño.

-No puedo vivir acá contigo

-Eso me encantaría, pero tú tienes que vivir con el tío. ¿Ya no quieres vivir con tu papá?.

-Con el sí pero no con mi mamá

-¡Te hizo algo esa bruja! -Siento que la rabia me invade

-Anoche papi trabajo y ella se fue.

-¿Te dejo solito mi amor? ¿Y tú le tienes miedo a la oscuridad?. -Deje un beso en su mejilla -Mi vida te juro que me escuchara

-Me dijo que si te decía el hombre malo me iba a llevar.

-¿Qué hombre malo?

-Con el que se besa cuando no está papi. Él me da mucho miedo.

-No te asustes mi pequeño nadie te llevará ni nada malo te pasará porque yo siempre te cuidaré -Lo volví a abrazar y dejé besos en su frente-Te amo y eres lo más importante en mi vida

-También te amo -Es todo lo que dice antes de cerrar los ojos.

Esta fue la gota que rebalso el vaso como se atreve esa zorra a dejar a mi hijo solo durante la noche. Es un niño de seis años y podría ocurrirle cualquier cosa.

-Te amo Aarón Alexei. -Me dediqué a jugar con su cabello mientras él se duerme en mis brazos

***

Me desperté temprano y me dediqué a preparar el desayuno de Aarón luego lo desperté dejando besos en sus mejillas en respuesta él lanzó un bostezo.

-Ya se debe despertar mi príncipe hermoso.

-No quiero ir a la escuela

-No seas flojito mi Sol, ve a desayunar mientras alistó tu uniforme.

Mientras el desayunaba me dediqué a preparar su almuerzo, un sándwich de jamón y queso, un jugo y una manzana. Luego me asegure de que tenga todos los útiles en la mochila la cerré.

Rápidamente, cepillé mi cabello, pero debido a que ya volvieron los risos no me esforcé demasiado porque no me permiten cepillarlos.

Escogí una blusa larga color Rosa y un jean azul el cual llega hasta la altura de mis tobillos junto con unos tenis blancos. Decidí vestirme de forma recatada sin mostrar mi cuerpo para liberarme de Diego quien no deja de mirarme las piernas durante toda la mañana.

No deseo provocarlo ni a Fernando.

Baje a la cocina y me percaté de que mi abuela ya está despierta desayunando junto con mi pequeño.

-¡Buenos días! -Intenté saludarla con un beso en la mejilla, pero ella volteó la cara

-¿Están enojadas?

-No mi amor. En la mochila tienes tu almuerzo y ya revisé tu tarea, acertaste en todas las operaciones de matemáticas amor.
-No mi amor. En la mochila tienes tu almuerzo y ya revisé tu tarea, acertaste en todas las operaciones de matemáticas amor.

-Se les hace tarde Belinda

-Quiero avisarte que renunciaré. Solo dejaré los asuntos de Diego en orden y me iré de la empresa.

Ella simplemente asiente

Acompañe a Aarón hacia la habitación cuando termino de desayunar y lo ayude a vestirse, cepille su cabello y le coloqué perfume, luego cepillo sus dientes y salimos de la casa.

-Quiero ir al baño -Comenta corriendo rumbo hacia las escaleras

Estaba a punto de salir cuando me percaté de que alguien tocó el timbre. Al abrir me di cuenta de que se trata de la última persona que deseo ver.

-Te ves hermosa por las mañanas -Él me regala una sonrisa

De inmediato cerré la puerta detrás de mí y le lancé una mirada asesina.

-¿Qué haces acá, Fernando?.

-No respondes mis llamadas

-No tengo celular, ahora vete.

-No puedo saludar a tu abuela.

-¡No! ¿Acaso quieres que me corran de la casa?

-¿De qué hablas? -Pregunta confuso

-Tu amada madre estuvo acá y le dijo a mi abuela que no dejo de acosarte, ni de provocarte. Mi abuela está muy enojada conmigo y ahora con tú presencia en mi casa lo complicas todo, lárgate.

-¡Siempre mi madre! -Él rodea los ojos -Yo le explico a tu abuela

-Tú no harás nada, solo complicas todo. Me correrán de mi casa por tú culpa.

-Sí ese es el problema te mudas conmigo

Rodee los ojos -Te recuerdo que vendrán los nuevos inversionistas y seguramente tu madre organizará una gran cena.

-Hay tiempo para todo. Claro que iremos, Aarón, tú no escuches a Belinda, háblame cuando quieras.

No me gusta para nada la cercanía de este par. De Aarón lo entiendo porque es un niño, pero me pregunto si Fernando sabrá que se trata de su hijo.

No hay que ser muy listo para saberlo porque el niño es su retrato y él sabía que yo estaba embarazada. Será que le despertó el instinto paternal.

Me preocupa que se encariñe con él e intente quitármelo. No soportaría que me alejen de mi pequeño.

A pesar de que había tráfico logramos llegar a tiempo en este instante Fernando se está estacionado en frente del colegio.

Le lancé una mirada asesina cuando me percaté de que él está desordenando el cabello de Aarón.

-Lo despeinas

-Le doy estilo, lo haces parecer ñoño, Belinda.

Él abre la guantera y saca un peine de allí luego humedece el cabello de Aarón con unos chorritos de agua y comienza a cepillar su cabello.

-Así me gusta más

-Lo ves-Él me sonríe con suficiencia

Aarón le dio un abrazó y un beso a Fernando para luego bajar del carro junto conmigo.

Él entro al colegio no sin antes despedirse de mí. Sin embargo, debí quedarme unos minutos más porque la directora me solicitó que me quedé.

-¿Ocurre algo con Aarón?

Ella niega con la cabeza -El niño es muy bien portado y un excelente alumno, el problema es que hay un retraso en las colegiaturas.

-Soy consciente de que me retrase un mes pero pronto…

Ella me interrumpe -No es un retraso de un mes sino de cinco meses.

-Debe ser un error, yo le entrego el dinero a mi tío todos los meses.

-No sé que ocurre pero hace cinco meses que no abonan la colegiatura del niño. Ya varias veces le informamos a la madre.

Maldita Graciela, me escuchará.

-Le pido disculpas señorita. Esto no volverá a ocurrir tiene mi palabra.

Ella me entrega un papel -Haré una excepción por Aarón, pero si a fin de mes no cubre la cuota él perderá su lugar en el colegio.

-Entiendo

Maldita sea ahora debo cubrir el dinero que se robó Graciela del colegio de Aarón, las cuotas del alquiler de mi casa, el préstamo de Diego más los gastos de la casa y la comida.